30 diciembre 2012

EZLN: la marcha del silencio.

El pasado 17 de noviembre, la página de Enlace Zapatista anunciaba un próximo pronunciamiento de la comandancia general, la comisión sexta y la zezta internacional del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Esperábamos algún comunicado, pero pocos imaginaban lo que ha acontecido.
 
En una acción masiva, disciplinada y simultánea, no vista desde los días del alzamiento insurgente de 1994, decenas de miles de zapatistas ocuparon pacíficamente y en estruendoso silencio cinco ciudades chiapanecas. Horas más tarde, dieron a conocer un breve comunicado.
 
Decenas de miles de bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ocuparon en emblemático silencio las calles de cinco municipios chiapanecos, en la primera manifestación pública que los zapatistas hacen desde el 7 de mayo de 2011, cuando se unieron a la convocatoria del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Esta acción simultánea y masiva, la más grande de toda su historia, estuvo precedida por el anuncio de que la organización indígena daría su palabra, que se conoció unas horas después de la movilización.
 
“A quien corresponda. ¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue el día, era noche. Y noche será el día que será el día”, fue el mensaje signado por el subcomandante Marcos y difundido horas después, a través de la página Enlace Zapatista.
 
 

 
 
En cada una de las ciudades ocupadas (Ocosingo, Las Margaritas, Palenque, Altamirano y San Cristóbal), los tzeltales, tzotziles, ch’oles, tojolabales, zoques, mames y mestizos marcharon con sus tradicionales paliacates y pasamontañas, en filas y en estricto silencio. Hombres y mujeres, jóvenes en su mayoría, pasaron sobre un templete en cada ciudad y levantaron el puño. Ésa fue la expresión más simbólica de toda la movilización.
 
Fuerza, disciplina, extraordinario orden, dignidad, entereza, cohesión. No es poco. Son 19 años en los que infinidad de veces los han dado por muertos, por divididos y aislados. Una y otra vez salen a decir “aquí estamos”. Hoy, con 40 mil zapatistas en las calles, nuevamente silenciaron de tajo rumores e infundios.
 
En San Cristóbal de las Casas, ciudad donde tradicionalmente se hacen las manifestaciones del EZLN fuera de su territorio, más de 20 mil hombres y mujeres zapatistas procedentes del caracol de Oventik, donde se concentraron desde un día antes, desfilaron bajo una lluvia que comenzó desde la madrugada. La marcha de 28 destacamentos (de acuerdos a la numeración que llevaban los grupos en sus pasamontañas) inició en las afueras de la ciudad, alrededor de las ocho y media de la mañana, y para las 12 del día la retaguardia estaba muy lejos del centro todavía. La plaza fue demasiado chica para recibirlos.
 
Habitantes y turistas lanzaron gritos de apoyo y cantaron el himno zapatista en algunos tramos. Los negocios, como de costumbre, bajaron sus cortinas, pues nuevamente los indios los sorprendieron. El templete se ubicó al frente de la catedral, mientras que los ordenados bloques de zapatistas se ubicaron alrededor del primer cuadro de la ciudad.
 
En Palenque, antigua ciudad ch’ol y uno de los centros turísticos más importantes del estado, los indígenas zapatistas entraron por la avenida principal de la población y realizaron el gesto del puño en alto sobre el templete colocado en el centro de la ciudad, enfrente de la iglesia. Posteriormente, salieron por la calle Chiapas para regresar a sus comunidades.
 
En Las Margaritas, los zapatistas repitieron la dinámica con 7 mil bases de apoyo, mientras que en Ocosingo -población también tomada por los insurgentes el 1 de enero de 1994, donde tuvo lugar la masacre de civiles por parte del ejército federal en los primeros días de la guerra-, más de 6 mil bases de apoyo desarrollaron la acción desde las seis de la mañana; trascendió que cerca de 8 mil zapatistas más se quedaron en el caracol de La Garrucha al no ser suficiente el transporte para la ciudad. No se habían concentrado tantos zapatistas en esta localidad desde los cruentos combates del alzamiento indígena.
 
Los símbolos son muchos, pues eligieron el último día del ciclo maya, el que para muchos tendría que ser “el fin del mundo” y para otros el inicio de una nueva era, el cambio de piel, la renovación. Durante estos 19 años el recorrido de la lucha zapatista ha estado lleno de simbolismos y profecías, y esta ocasión no tendría que ser la excepción.
 
Desde el anuncio de que próximamente la comandancia general del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) daría a conocer su palabra, la expectativa por el contenido de su mensaje ha ido creciendo. Este viernes 21 de diciembre, sin embargo, lo que se escucharon fueron sus pasos, su caminar silencioso recorriendo cinco plazas, su andar digno y rebelde por las calles y su puño en alto.
 
La última vez que habló el subcomandante Marcos, jefe militar y vocero zapatista, fue en el intercambio epistolar con el filósofo Luis Villoro, el 7 de diciembre del 2011. Y la iniciativa política más reciente fue el festival de la Digna Rabia, al que convocaron a luchas y movimientos de México y del mundo, en diciembre del 2008.
 
Este viernes no se presentaron los miembros del Comité Clandestino Revolucionario Indígena, como lo hizo su plana mayor en mayo del 2011. Fue la última vez que se les vio a Tacho, Zebedeo, Esther, Hortencia, David y al resto de la comandancia general, con excepción del subcomandante Marcos, quien se ha mantenido alejado de la escena pública.
 
 
Página web del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (Enlace Zapatista)
 
 
Fuente: Rebelión.

29 diciembre 2012

Haití: esclavos en el paraíso. Los amigos de los borbones tienen esclavos.

José Manuel Martín Medem
Crónica Popular
 
Los Vicini (italianos) y los Fanjul (españoles) imponen la esclavitud a los macheteros haitianos para enriquecerse con el negocio del azúcar en la República Dominicana. En torno al día mundial de los derechos humanos, no podemos olvidarnos del capitalismo salvaje ni de los amigos de los depredadores. Esta es una historia de despojo y esclavitud contemporáneas.
 
Ignorancia, estupidez o cultura de la impunidad. “Somos amigos íntimos”, le reconoce la reina Sofía a Christopher Hartley cuando el misionero español le enseña las fotos de la esclavitud en las plantaciones dominicanas de los Fanjul. Y añade: “Nos quedamos en su casa cuando vamos a Miami”. Esclavos en el paraíso es el libro de Jesús García, publicado en España en noviembre, que cuenta la tremenda experiencia de Hartley al descubrir la explotación de los cortadores de caña haitianos en las haciendas de los Fanjul y de los Vicini, dos de las familias más poderosas de la República Dominicana.
 
El sacerdote lo denunció durante una visita del presidente [de Dominicana] Leonel Fernández a las propiedades de los Vicini: “Está usted en la antesala del infierno. Tan inmensos como estos cañaverales son las miserias, los sufrimientos y el abandono de las gentes que deambulan cada día rebuscando un miserable pedazo de pan. ¿Por qué nos han abandonado en manos del capitalismo más salvaje y cruel?”.
 
Los esclavos sostienen el lujo del paraíso.
 
“Los que me conocen -dice Hartley- saben que soy más carca que el Concilio de Trento”. Pero cuando llegó a la República Dominicana en 1997 se encontró con miles de haitianos, acarreados ilegalmente desde su país, obligados a cortar caña durante doce horas diarias, a cuarenta grados, por dos euros, sin contrato ni jubilación, sin atención sanitaria y hacinados en miserables poblaciones donde no hay ni agua ni electricidad ni escuelas. Niños de nueve años recogen la caña cortada por sus hermanos adolescentes. Niñas secuestradas son utilizadas para la prostitución infantil.
 
Esta esclavitud del siglo XXI es el origen de las fortunas de los Fanjul y de lo Vicini que nunca habían sido cuestionados hasta que reventó la indignación del sacerdote español. Sus denuncias amenazan a la sacarocracia en lo que más les duele: la explotación laboral y el trabajo de los menores violan las condiciones de los acuerdos comerciales para la exportación del azúcar a Estados Unidos y a la Unión Europea. Los Vicini perdieron en los tribunales de Estados Unidos una demanda por difamación contra el documental “El precio del azúcar”, elaborado por Bill Haney con el testimonio de Christopher Hartley.
 
Muy cerca de la esclavitud de las plantaciones, los Fanjul alojan a los presidentes de Estados Unidos, a los reyes de España y al millonario mexicano Carlos Slim, el gran amigo de Felipe González, en su exclusiva reserva para privilegiados Casa de Campo, donde el alquiler de una residencia cuesta mil euros por día. Los esclavos sostienen el lujo del paraíso.
 
Expulsado bajo amenaza de muerte.
 
La repercusión internacional de las denuncias de Hartley provocó una agresiva reacción de los amos de la industria del dulce. El misionero comenzó a recibir amenazas de muerte: “Cualquier día encontrarán tu cuerpo en uno de esos caminos de barro que recorres”. Y tuvo que irse en el 2006. Lo ha contado el dominicano Carlos Agramonte, en su novela “El sacerdote inglés”, editada por el propio autor y retirada de las librerías como consecuencia de la presión de los poderosos Vicini. También fue amenazado y un militar amigo le recomendó que se fuera porque su vida estaba en peligro.
 
Los Vicini son de origen italiano y los Fanjul son los descendientes de dos familias españolas que emigraron a Cuba y se enriquecieron con el negocio del azúcar, aplicando los mismos procedimientos que ahora imponen en la República Dominicana. Huyeron a Miami cuando Fidel Castro entró en La Habana y en Estados Unidos reconstruyeron su imperio. Esclavizaron a macheteros procedentes de Jamaica hasta que fueron denunciados por Marie Brenner en Vanity Fair y trasladaron una parte de sus negocios a la República Dominicana. Muy amigos de los Clinton, los Fanjul conservan sus privilegios en Estados Unidos, dónde reciben millonarias subvenciones y consiguieron sepultar la película “Sugarland” con la que Jodie Foster y Robert de Niro adaptaron al cine el reportaje de Vanity Fair.
 
El historiador dominicano Esteban Rosario explica en su libro El Grupo Vicini, el verdadero poder que la familia controla los sectores más importantes de la economía nacional y que formaron parte de la conspiración contra el presidente Juan Bosch que en 1963 prohibió el latifundio y les obligó a pagar impuestos. El conflicto concluyó con la invasión estadounidense.

21 diciembre 2012

Por qué Paul Preston está equivocado sobre el monarca y la monarquía.

Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra.
 
Paul Preston es un historiador que goza de un merecido respeto y estima entre las fuerzas democráticas que lucharon contra la dictadura en España por sus trabajos sobre aquel régimen que existió en España durante cuarenta años (1939-1978). Sus libros han sido y continúan siendo puntos de referencia en la historiografía española para miles y miles de, no sólo historiadores, sino gente normal y corriente que ha ido descubriendo lo que ocurrió en este país durante aquel periodo enormemente represivo. Historiador basado en la London School of Economics, es el decano de los historiadores anglosajones, estudiosos de la dictadura que en España se conoce como dictadura franquista.
 
Una nota personal. No conozco a Paul Preston, pero sí sus trabajos. Utilizo sus textos en mis clases a los estudiantes de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra, que encuentran su lectura absorbente pues muestra una cara de su país ocultada o silenciada en los mayores medios de información y persuasión a los que están expuestos en su vida cotidiana, incluso dentro de la academia. Aplaudo pues su inmensa labor esclarecedora de la naturaleza tan opresiva y cruel que caracterizó aquel régimen político. Cuando volví del exilio, hace ya muchos años, una de las realidades que me causó mayor tristeza e indignación fue ver lo poco que sabían los estudiantes de muchas universidades españolas y catalanas (en las que impartí docencia como profesor visitante) sobre la dictadura y su represión. El miedo y el silencio que conllevó, explica que las generaciones que vivieron bajo la dictadura callaran y no transmitieran a las generaciones más jóvenes lo que habían visto.
 
Y esta opacidad del pasado, que Paul Preston ha ido mostrando y denunciando, continuó durante la democracia, una democracia muy limitada y muy vigilada como consecuencia del enorme dominio que las fuerzas conservadoras (herederas de la nomenclatura que controló el Estado dictatorial) todavía tienen en las instituciones políticas, mediáticas e incluso académicas de este país. La Real Academia de la Historia ha publicado recientemente un volumen de la historia de España que contiene capítulos de alabanza al Dictador y al sistema político que estableció. Este dominio explica, por cierto, porqué muchos historiadores académicos españoles no hayan tratado aquel periodo con la frecuencia e intensidad que deberían, pues en su valoración para ser promocionados en la carrera universitaria, pueden estar evaluados por catedráticos conservadores, que en muchas áreas llegan a ser mayoría. No es por casualidad que algunos de los profesores universitarios que han sido más críticos con aquel periodo en sus escritos hayan sido historiadores —como Paul Preston— extranjeros. Durante muchos años eran los únicos que tenían acceso a las fuentes de datos que eran vetados a los españoles. Ni que decir tiene que esto ha ido cambiando y hay excelentes historiadores españoles que han hecho una labor extraordinaria, excelente y llena de rigurosidad. Pero muchos de ellos lo han hecho a un coste personal elevado. Su marginación de los centros de decisión tanto universitario como político y mediático es muy acentuada.
 
Estos son los costes de la Transición de la democracia a la dictadura, que se hizo en términos muy favorables a las fuerzas conservadoras, que impusieron un silencio sobre su pasado, lo cual me lleva al desacuerdo que tengo con Paul Preston, un desacuerdo mayor pues sus lentes, críticas con aquel régimen liderado por el General Franco, son excesivamente benevolentes en su análisis del monarca y el papel que el rey jugó en tal Transición.
 
La transición no fue modélica.
 
El punto de vista que Paul Preston expresa acerca del monarca es el que se reproduce en el establishment político y mediático español, basado en su mayor parte en Madrid. Es el que también ha sido promovido por las fuerzas conservadoras del país, a la cual se han añadido voces de las fuerzas democráticas que tuvieron un protagonismo en aquella Transición de la dictadura a la democracia. Según tal sabiduría convencional, la Transición —definida como modélica— fue fruto de un consenso entre los herederos de la dictadura y las fuerzas democráticas —lideradas por las izquierdas— que decidieron olvidarse del pasado y mirar al futuro, con gran generosidad por parte de todos, estableciendo una Constitución que recoge la síntesis de tal consenso, el cual permitió que se estableciera una democracia, homologable a cualquier otra en la Europa occidental, dotada con los derechos sociales, políticos y laborales existentes en todo sistema democrático. Y una persona clave en esta Transición modélica, que lideró aquel proceso (con un “comportamiento heroico” según lo define Paul Preston), fue el monarca que lideraba las fuerzas herederas del franquismo. En su libro sobre el monarca, Paul Preston, lo define como un demócrata, camuflado en las estructuras del poder dictatorial, que prácticamente esperaba su momento para desarrollar las libertades democráticas. Repito que esta visión es ampliamente extendida en el establishment español.
 
La idealización de la figura democrática del Rey.
 
En esta idealización de la figura del Monarca se ignoran hechos que la contradicen, y entre ellos son.
  1. El Monarca, nombrado por el General Franco como su sucesor, tenía como base de su poder todo el aparato del Estado heredado de la dictadura, incluyendo las Fuerzas Armadas y el Aparato Represivo. Tenía también la capacidad de incidir sobre la mayoría de medios de información en España, tanto públicos (controlados por la nomenclatura del Estado dictatorial) como privados.
  1. Las fuerzas democráticas, lideradas por las izquierdas, acababan de salir de la clandestinidad, y su poder institucional y mediático era prácticamente nulo. El desequilibrio de fuerzas no podía ser mayor. De ahí que la Transición se hiciera en términos muy favorables a las ultraderechas y derechas gobernantes y muy desfavorables a las izquierdas.
  1. Los primeros borradores propuestos por el primer gobierno nombrado por el monarca para democratizar el sistema político, que él deseaba liderar, no tenían nada de democrático. El hecho de que tales primeros borradores se fueran abriendo se debió a la gran agitación social, liderada por el movimiento obrero y sus sindicatos clandestinos que se habían infiltrado en los sindicatos fascistas. Desde 1974 a 1978 España vio el mayor número de huelgas y movimientos de protesta que Europa haya visto, de manera que si bien Franco murió en la cama, la dictadura murió en la calle. El temor de los herederos de la dictadura era que hubiera una rebelión popular, contaminada por la Revolución de los Claveles ocurrida en Portugal. Tal agitación fue la que forzó los cambios del monarca, pues su principal objetivo, por encima de cualquier otro, era mantener la monarquía, y temía, que por mucho Ejército que controlara, el proyecto se le podría venir abajo si aquellas movilizaciones continuaban.
  1. Esta apertura de las propuestas iniciales escasamente democráticas, hechas por el rey, tuvo sus límites, sin embargo. La Ley electoral, inicialmente aprobada por la Asamblea del Movimiento Nacional (los remanentes del movimiento fascista) como condición de su desaparición, estaba deliberadamente sesgada a favor de los territorios considerados conservadores, con el intento, según han reconocido autores de tal ley electoral, de marginar a las izquierdas, y muy en particular al Partido Comunista.
Dicha ley, aunque modificada, no ha variado en su sesgo, de manera que, aún cuando la suma de los votos a los partidos de izquierda ha sido mayoría en todas las elecciones (excepto dos) al Parlamento Español (las Cortes Españolas), las políticas públicas (excepto en limitados periodos) no han respondido a una voluntad de izquierdas. Aún hoy, España tiene el gasto público social por habitante más bajo de la UE-15.
  1. El monarca y la monarquía han jugado un papel clave en la permanencia en el poder de los poderes fácticos como la banca y la gran patronal, que continúan siendo el centro del establishment conservador, el mismo establishment que ha sido responsable del enorme retraso político, económico y social de España. Y su intervencionismo en la vida política es mayor que la existente en otras monarquías, gozando de una inmunidad que no tiene parecido en otros sistemas monárquicos democráticos.
La evidencia de cada uno de estos puntos es abrumadora y queda sintetizada en mis libros Bienestar Insuficiente. Democracia incompleta. Lo que no se habla en nuestro país. 2002 y el Subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias. 2006.
 
Se me dirá, como me lo han transmitido personas protagonistas en aquella Transición, personas que me honran con su amistad y a las cuales he tenido siempre gran respeto y estima (tales como el fallecido Santiago Carrillo), que no había otra alternativa. Parece que ello fue así (aunque tengo que admitir que cada vez tengo más dudas, a la luz de lo que se va conociendo) pero lo que sí considero un grave error es que se definiera la Transición como modélica o que se considerara al monarca como el mayor motor del cambio democrático. Me parece que cada día se ve mejor que de modélica, aquella Transición tuvo poco, pues ni se ha resuelto el enorme retraso social de España ni tampoco se ha solucionado el hecho todavía no admitido por la monarquía y por la Constitución, de que España es un país plurinacional. Hoy estamos viendo la gran agitación social consecuencia de los fallos heredados de aquella Transición inmodélica, tanto en el frente social como en el identitario.
 
Paul Preston no toca estos temas, lo cual es sorprendente, pues la evaluación del pasado debe incluir su impacto sobre el presente. Y el presente está yendo muy mal, y ello está relacionado con cómo no se resolvió el pasado. Lo único que dice Paul Preston es que si no hubiera rey, habría una Presidencia de la República que la ocuparía gente como Felipe González o José María Aznar, figuras claramente políticas que politizarían en exceso la figura del presidente.
 
Pero tal argumento ignora que si hubiera una República querría decir que no habría monarquía y que el establishment enormemente conservador, que ha actuado como freno a los cambios que este país necesita, tendría mucho menos poder. El establecimiento de una República en España sería un enorme cambio pues sería una rotura con el pasado dictatorial y su herencia, liberando la enorme energía, todavía por desarrollar, que significaría una nueva cultura democrática, que inevitablemente ocurriría con el establecimiento de una República. La extraordinaria limitación del sistema democrático español que ofrece escasísimas oportunidades a la ciudadanía para participar en la gobernanza de su país (resultado del dominio conservador en las instituciones españolas) se ampliaría en un sistema republicano, tal como ha ocurrido en otros periodos anteriores de nuestra historia, como fue la II República. En cuanto a la supuesta excesiva politización de la figura del presidente del país, tengo confianza en la ciudadanía española, pues el voto puede solucionar los problemas que el mismo voto crea, lo cual no ocurre con la monarquía.
 
Fuente: Diario Público.

19 diciembre 2012

Obituario por Adelina Kondratieva.

Por Dolores Cabra, Secretaria General de AGE.

                                        
 
A las 5:30 de la madrugada del día 14 de diciembre ha fallecido en Moscú, a los noventa y cinco años de edad, Adelina Kondratieva, Presidenta de AGE. La gran luchadora por la libertad, brigadista internacional, gran impulsora del movimiento memorialista en España desde que nos conocimos a principios de los años noventas.
 
Nacida en Buenos Aires en el año 1917, de padres rusos emigrados. Su padre Benjamín Abramson había escapado de la represión zarista en 1910 con una condena a muerte emigrando a Argentina. Allí residió la familia hasta 1932 en que se trasladan a Rusia para participar, con gran ilusión, en la construcción del Estado socialista. Se acoplaron con dificultades. Se incorporó con catorce años a la escuela. Cuando solicitó su ingreso en la Unión de Juventudes Comunistas, se le denegó su ingreso por considerarla “hija de un trotskista con el agravante de haber nacido en Buenos Aires”. Le costó dos solicitudes más, a la tercera la admitieron.
 
Adelina, con su padre Benjamín, y con identidades falsas, salieron en enero del 1937 con rumbo a España, donde ya se encontraba su hermana Paulina, para participar en la lucha contra el fascismo. Después de atravesar clandestinamente la Europa fascista y Francia, consiguen llegar a Barcelona y Valencia. Adelina, tiene entonces diecinueve años y por sus conocimientos de español, se le destina como intérprete y traductora en la Aviación, en el Estado Mayor de la Fuerza Aérea de la República, con sede en Albacete, ciudad que también acogía a las Brigadas Internacionales, donde permaneció destacada en la finca de Los Llanos, sede de la aviación. En la Aviación Republicana Española obtiene la graduación de teniente. Trabajó, entre otros, con el asesor Smushkevich, conocido en España como el general Douglas. Adelina recuerda que le fue de gran ayuda la atención paternal y las enseñanzas de Núñez Maza.
 
Su hermana Paulina trabajaba con el asesor soviético Xanti Mansurov con quien se casó después. Xanti tuvo diferentes misiones en España. Fue consejero de las unidades militares en la defensa de Madrid, asesor del Cuerpo de Madrid-Cataluña y también de la 35 división, organizador en el XIV Cuerpo de Guerrilleros, y colaborador en la preparación de oficiales.
 
La guerra dificultaba el contacto con su familia, pero en febrero de 1937 una agradable sorpresa, supuso la visita, en vísperas del cumpleaños de Adelina, de Paulina y Xanti. A su padre no lo volvería a ver hasta finales de 1937.
 
Uno de los trabajos de Adelina y sus compañeros era pasar toda la noche atentos a la información de la centralita que daba los partes de los aeródromos. La mayor parte de la vida en Albacete, la desarrollaba en Los Llanos por donde pasaban aviadores rusos y españoles. Su memoria no ha olvidado sus nombres, y cuando ha vuelto a reunirse en Madrid, en tiempos posteriores, con los pilotos de la Asociación de Aviadores de la República, Adelina ha sentido el calor y el afecto que imperaba entre todos ellos en aquellas fechas. Cuando disponía de tiempo iba a la ciudad en la moto de un mecánico ruso, Grigori Sokolov. Disfrutaba recorriendo las calles, la plaza del Ayuntamiento y aprovechaba para comprarse ropa de abrigo: “Una señora me hizo un par de jerséis que eran la envidia de mis camaradas y de gran utilidad en este clima tan frío”.
 
Uno de los episodios más fijos en la memoria de Adelina es el bombardeo de la capital el 20 de febrero de 1937: “Ese bombardeo fue algo macabro. Durante casi toda la noche el cielo de Albacete permaneció resplandeciente por las explosiones de las bombas y el ruido era estremecedor. Las acciones se repetían tras un breve intervalo de tiempo y uno tenía la impresión que aquella era una noche interminable. Al día siguiente fuimos a la ciudad y los estragos del bombardeo dejaron heridas las calles y plazas, especialmente las pérdidas fueron más intensas entre el Altozano y la estación de ferrocarril”, contaba en una de sus entrevistas.
 
En 1938 regresó a Moscú donde ingresó en la Universidad Obrera para adultos. Se doctoró en Ciencias Históricas, especializándose en movimiento sindical latinoamericano. En 1941, estudia italiano en la Facultad Militar de Idiomas Extranjeros, para servir durante la invasión nazi como intérprete de los prisioneros italianos en el frente ruso. Chocó con sus superiores por el mal trato que se les daba.
 
Fue Teniente Superior del Ejército Soviético entre 1941-1949, y participó activamente en toda la campaña militar durante la ocupación alemana de la URSS.
 
Al final de la guerra se reincorpora al Instituto Militar de Idiomas. Se casó con el también militar Alexander Kondratiev y tuvo una hija, Elena.
 
En 1951 es detenido su padre, con sesenta y tres años, acusado de trotskista. Adelina, hubo de acompañarle en su detención por orden del mayor.
 
De su padre no consiguieron ninguna confesión. Todas las acusaciones fueron refutadas. Consiguió lo que se llamaba una condena ¡Leve!: cinco años de gulag con destierro subsiguiente, sin poder vivir en ninguna ciudad importante. Fue liberado tras la muerte de Stalin.
 
Tras muchas vicisitudes, por “ser hija de detenido y además extranjera”, continuó su vida como jefa de la cátedra de español en el Instituto de Pedagogía.
 
En los años noventa comenzó a realizar viajes periódicos a España. Conocimos a las dos hermanas en Madrid y las animamos a publicar en la editorial Compañía Literaria que dirigía Juan Barceló su libro de memorias Mosaico Roto. Desde aquella época contactó con numerosos círculos de exiliados, expresos, guerrilleros antifranquistas, antiguos militares de la República, etc. y fue la inspiradora y principal impulsora del Homenaje a las Brigadas Internacionales del año 96.
 
Posteriormente, en marzo de 1997, impulsó la creación de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE) y la digitalización de archivos y documentación dispersa por todo el mundo y especialmente por Rusia relativa a la Guerra Civil. Viajamos juntas por numerosos países, Gran Bretaña, Italia, Canadá, USA, México, Suiza, Luxemburgo, y sobre todo por la inmensa Rusia, solicitando a los exiliados y a los brigadistas que colaboraran en la labor de recuperación de la memoria histórica de España. Residió largas temporadas en España incluso en condiciones económicas muy difíciles, para formar equipos de trabajo, conseguir apoyos y reunir materiales y personas dispuestas a dar un fuerte impulso a la recuperación de la memoria histórica.
 
Hasta su fallecimiento fue Presidenta de AGE y Presidenta de la Sección Española de los militares participantes en la Guerra Civil Española del Comité de Veteranos de Rusia. Se encontraba en constante relación con los que fueron niños de la guerra del Centro Español de Moscú, con los círculos de hispanistas rusos, especialmente con nuestra amiga Natalia Malinovskaya y con los supervivientes brigadistas de todo el mundo y participó e impulsó las diferentes actividades de memoria histórica tanto en Rusia como en España u otros países relacionados con la historia de la Guerra Civil y la dictadura franquista, incluyendo su participación en jornadas de apoyo a los antiguos guerrilleros, homenajes a los brigadistas, a los antiguos militares republicanos, los niños de la guerra, y Caravanas de la Memoria de AGE, y especialmente en los trabajos para la digitalización de los numerosos archivos rusos que contienen materiales importantes sobre la guerra y el exilio español en la URSS, la última cita con los archivos la tuvimos ambas en octubre de este año, con la dirección del RGASPI en Moscú, negociando de nuevo la digitalización del fondo 45, fondo de Brigadas Internacionales, objetivo que perseguíamos en AGE desde 1997 acudiendo ambas a las reuniones anuales del Incomka como miembros observadores, y que sistemáticamente nos “complicó” el Ministerio de Cultura de España, tanto si gobernaba el PP como el PSOE, aunque ello no impidió que volviéramos a intentarlo año tras año, firmando convenios de AGE con el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa, con el Consejo Internacional de Archivos, y consiguiendo por fin apoyos del Archivo Nacional de Cataluña, en fin, tantas actividades, tanta energía, tanta sabiduría e inteligencia sólo podían tenerla los brigadistas internacionales y los guerrilleros antifranquistas.
 
La última vez que estuve con ella en Moscú, fue con motivo del 75 aniversario de la evacuación de los niños de la guerra. En el Centro Español de Moscú asistimos a los actos y en el gran salón tuvo una de sus últimas intervenciones públicas, en apoyo solidario a la lucha por el mantenimiento del Centro, en peligro de desahucio por la falta de apoyo del gobierno de España. Tuvimos en esos días también un entrañable encuentro en el Comité de Veteranos con nuestras gentes queridas.
 
Juntas mantuvimos una larga batalla para conseguir que España le concediera la pensión que por ley le correspondía como teniente de aviación de la República, pero tropezamos sistemáticamente con murallas infranqueables y diques de contención que amparan las absurdas y temibles burocracias y la mala intención de altos estamentos políticos. No lo conseguimos y Adelina, en este último viaje a Moscú, me volvió a repetir su deseo de vivir el resto de sus días en España. Yo siempre le decía que España, en estos tiempos, es una madrastra para sus hijos más nobles pero que seguiríamos intentándolo.
 
Ahora Adelina ya no está pero ahí queda registrado todo su combate por la libertad, por la justicia y por los derechos humanos.
 
En una de sus últimas cartas a los compañeros y socios de AGE que me dictó decía:
 
…Desde aquí, soñando con verles lo más pronto posible me despido con sentimientos tristes pero con ánimos para el futuro que junto a vosotros continuaremos forjando en esta batalla de las personas honradas. Pienso que en la situación actual el gran fracaso es de la derecha que no admitió la derrota sobre el fascismo y el gran fracaso es también de la izquierda que no mostró la historia real a las siguientes generaciones. De ahí la crisis de valores y la vuelta de los fascismos en sus peores manifestaciones ante el asombro de la juventud, que desconoce el horror que traen las dictaduras…
 
La más auténtica resistencia a la tiranía y a los fascismos hemos tenido el honor y la gloria de tenerlos en AGE encarnados en una mujer excepcional, cuya profunda honradez y entereza moral ha ido iluminando los caminos con la luz y las ideas de su sabiduría, inteligencia, y generosidad.
 
¡Hasta siempre Adelina!
 
Fuente: Diario La República.
 

07 diciembre 2012

Su modelo de sociedad.

Por Alberto Garzón.
 
En el último año hemos visto todo tipo de mareas y otras protestas sociales alzar su voz en nuestras calles, llenando éstas de gritos contra los recortes y contra el desmantelamiento progresivo de los servicios públicos. Abogados, médicos, profesores, bomberos, estudiantes, funcionarios… prácticamente todos los sectores de la población están en pie de guerra. ¿No es todo esto acaso el mejor símbolo de la ruptura social que estamos presenciando?.
 
El desempleo asuela nuestra economía hasta el punto de que ya hemos superado las estimaciones más dramáticas que se hacían al respecto hace apenas unos años. Más del 25% de la población que quiere trabajar no puede hacerlo en el marco del sistema económico actual. El motivo es fácil de dilucidar: nuestra economía no encuentra espacios de rentabilidad que incentiven la inversión de capital, lo que lleva a que nuestra precaria situación se estanque en el tiempo. Sin inversión no hay creación de empleo, y sin creación de empleo se suceden de forma natural los estallidos sociales.
 
Hasta ahora el capitalismo español había vivido de un modelo de crecimiento muy frágil basado en la burbuja inmobiliaria y en el endeudamiento, todo lo cual había permitido el llamado milagro español que tanta rentabilidad electoral dio a los dos grandes partidos que se alternaron en el poder político. Pero ya desaparecido este modelo no nos queda hoy sino una estructura productiva desindustrializada y la herencia de un reguero de deudas privadas que los gobiernos tratan de socializar, injustamente, como pueden.
 
Así las cosas, y dado que el capitalismo necesita encontrar espacios de rentabilidad para sobrevivir, las instituciones supranacionales nos invitan a empobrecernos para poder ser competitivos por la vía de los bajos salarios. Nos exigen deshacernos progresivamente de la sanidad, de la educación y de tantos otros servicios públicos. Pero sobre todo nos imponen reformas del mercado de trabajo que atacan al corazón de la negociación salarial, buscando de esa forma deprimir los salarios. Es la estrategia de la devaluación interna, que pretende corregir los desequilibrios comerciales del interior de la Unión Europa por la vía del empobrecimiento de los países del Sur. Es decir, lo que se pretende es hacer suficientemente baratas las exportaciones de países como Portugal, Grecia y España. El economista Stockhammer ha estimado que ese objetivo requiere una devaluación de hasta el 45% del PIB para esos países, lo que sería un retroceso económico superior al de la Gran Depresión de los años treinta del siglo XX.
 
Claro que esa estrategia de reformulación del modelo de crecimiento requiere la reformulación misma del modelo de sociedad. Requiere, en última instancia, cambiar la naturaleza de la economía misma tal y como se ha entendido en las últimas décadas. Al fin y al cabo hablamos de arrasar las conquistas sociales alcanzadas tras décadas de lucha social en todas partes de Europa. Y dado que no es un propósito fácil de alcanzar en términos sociales, pues la ciudadanía responde a través de cada vez mayor acción política, los gobiernos blindan el cambio social a través de dos tácticas específicas.
 
La primera, la represión policial que acompaña a cualquier proceso de cambio autoritario. La violencia policial vista en las manifestaciones más recientes no es sino el reflejo de la impotencia del Gobierno para convencer, pero a la vez su represión administrativa también trata de funcionar como desincentivo de la protesta social. Buscan convertir la frustración en resignación, esperando de esa forma que los ciudadanos se adapten a su nuevo rol en la economía.
 
En segundo lugar, están adaptando las instituciones al nuevo orden social que se está construyendo. Para ese nuevo modelo de sociedad ya no es suficiente una Constitución, que por otra parte ya se ignoraba ampliamente, sino que se hace necesario subordinarla a otras instituciones que no están al alcance de la ciudadanía. Así, la Unión Europea, y particularmente la Troika, se ha convertido en un marco institucional perfectamente adecuado para imponer y enmarcar los cambios radicales en el modelo de sociedad.
 
En definitiva, no nos engañemos, están cambiando el modelo de sociedad para poder instaurar un nuevo modelo de crecimiento que permita al capitalismo sobrevivir. De hecho nos dicen que toda esta transformación social es inevitable. Y en realidad no les falta razón, siempre y cuando hayamos aceptado que el objetivo no sea otro que mantener con vida este sistema criminal e irracional. La cuestión clave es si de verdad nos interesa convertirnos en esclavos de ese capitalismo en coma o si ya es hora de romper la baraja y reformular la economía a partir de otros principios y objetivos bien diferentes.
 
Fuente: www.publico.es

01 diciembre 2012

Syriza, Paraguay y el poder.

El objetivo de la política es transformar, en un sentido u otro, la realidad existente. Para ello solo hay un camino: conquistar el poder.  Sobre esto hay mucha literatura; que si hay que negar el poder, que si hay que crear contrapoder, etc. En cualquier caso, la manera con que se obtenga escapa de la intención de este post. Lo único que ahora mismo me interesa tratar es el poder.
 
Recuerdo una conversación familiar cuando yo era pequeño, probablemente en el primer lustro de la década de los 90. La noticia era que había un golpe militar en algún país latinoamericano, o al revés, que en algún sitio estaban comenzando una transición de una dictadura a un modelo democrático homologable al europeo. Alguien de mi familia dijo "Es impensable que en España o un país del entorno se vuelva a una dictadura" Todo el mundo asintió.
 
Hace varias semanas, en plena campaña electoral, varios medios de comunicación se hacían eco de rumores en los cuales se decía que el ejercito griego estaba nervioso por los posibles resultados. Era todo un aviso a los potenciales votantes de Syriza. Cuidado con lo que votais, que volvemos a sacar los tanques la calle.
 
Cuando salieron los resultados oficiales y Syriza quedaba en segunda posición, mucha gente se entristeció por la oportunidad perdida. Yo tenía una sensación agridulce; por un lado formaba parte de esa tristeza generalizada, pero también tuve una pequeña sensación de alivio. Me explico, Syriza había demostrado por discurso, capacidad de movilización, programa y campaña, que era una alternativa de gobierno. Tenía gente preparada a distintos niveles: políticos, técnicos, gestores... Pero ¿era una alternativa de poder?¿tenía capacidad para sacar adelante sus políticas durante la legislatura?
 
El propio Alexis Tsipras, en una entrevista (que no consigo encontrar) venía a decir que si llegaban a gobernar iban a tener varios problemas, y uno de ellos era el ejercito y el control del poder.
 
El gobierno, para poder realizar sus políticas necesita el monopolio de la violencia. Eso lo vimo con las protestas de los mineros. Sus movilizaciones tuvieron una respuesta importante de la guardia civil. Y estuvieron nerviosos al ver que no eran capaces de controlar dichas movilizaciones.
 
Volviendo al caso griego, es muy probable que Syriza, si hubiese alcanzado el gobierno, hubiese tenido problemas de todo tipo y es tambien altamente probable que el ejercito o alguna otra fuerza política hubiese movido hilos para dar un golpe de estado.
 
Syriza no hubiese tenido capacidad de respuesta. No olvidemos que ha tenido un crecimiento muy rápido en muy poco tiempo - en 2007 obtuvo 14 diputados, y es un partido que nace en 2004 - y aunque tiene un respaldo importante de la sociedad civil organizada, no es mayoritario ni si quiera significativo frente a otros partidos que sí que tienen esas estructuras sociales.
 
La parte positiva es que Syriza tiene ahora 4 años - si se agota la legislatura, cosa que está por ver dado el alto grado de inestabilidad que hay en Grecia, como muestra la dimisión del ministro de finanzas a una semana de haber sido elegido - para crear o estrechar lazos con la sociedad civil organizada. Esta será la única manera de que en caso de alcanzar el poder, pueda retenerlo en caso de golpe de estado.

Hay un caso muy reciente, ya olvidado para los grandes grupos de comunicación, que ilustra muy bien la necesidad de control del poder: Paraguay.
 
En Paraguay había una especie de PRI mexicano llamado Partido Colorado, en el gobierno durante más de 60 años. Para poder derrocarlo hubo que buscar una figura carismática, el obispo Fernando Lugo, que consiguió unificar a sindicatos y partidos de distinta tendencia política. En base a esa correlación de fuerzas, tuvo que ceder la vicepresidencia a Federico Franco (con ese nombre y ese apellido, poco más se podía esperar de él), miembro del Partido Liberal Radical, denominado de centro. Signifique lo que signifique eso.

En las elecciones presidenciales se consiguió un hito histórico, el candidato Lugo consiguió la victoria. Pero fue una victoria simbólica, porque la mayoría de las estructuras del estado, las que dan poder, no eran fieles al resultado electoral, si no a los privilegios que habían conseguido durante años de mandato del Partido Colorado.

En Venezuela pasó algo parecido, hasta tuvo su propio golpe de estado. Pero había una diferencia importante: Chavez tenía apoyo de un partido importante, de mmss, sindicatos, y quizás lo más importante, de una parte no menor del ejercito. El golpe se paró en apenas unos días debido a las grandes movilizaciones y al apoyo declarado de una parte del ejercito.

En Ecuador o Bolivia desde que Correa y Morales gobiernan respectivamente ambos paises, ha habido intentos legales e ilegales por cambiar el poder. En ambos sitios se ha mantenido gracias a un apoyo popular organizado que se ha venido visualizando en movilizaciones y procesos electorales.

Se podrían poner varios ejemplos, a izquierda y derecha, de mantenimiento del poder. Y como decía anteriormente, el mantenimiento del poder es básico para la realización de las políticas.

Si algo nos ha enseñado el ejemplo de Paraguay, es que no es necesario solo con ganar unas elecciones. Necesitas tener un apoyo mayoritario y muy organizado.

Esa es la gran tarea de cualquier organización que pretenda ser alternativa de poder.
 



28 noviembre 2012

Gaza.

Eduardo Galeano.
 
Para justificarse, el terrorismo de Estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos.
 
Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados. Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones de El Salvador. Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un lujo que no todos merecen.
 
Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelí usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.
 
Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa. No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.
 
Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?
 
El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica.
 
Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.
 
Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.
 
La llamada comunidad internacional, ¿existe?
 
¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?
 
Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad.
 
Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos.
 
La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima mientras secretamente celebra esta jugada maestra. Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son, antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una cuenta ajena.
 
Fuente: La Jornada.

 

24 noviembre 2012

ISKRA (Programa número 3, 20 de Noviembre de 2012).

En el programa tercer programa tocamos el tema de la huelga general, entramos en la valoración de la movilización del pasado 14 de Noviembre. Además comentamos la deriva del movimiento obrero y hacia dónde se perfila la lucha, tanto a nivel regional, como a nivel internacional. Ese nivel de acción internacional está comenzando una coordinación internacionalista entre organizaciones sindicales que se ejemplificó en la Huelga General del pasado 14 de Noviembre. Esta mesa de debate estuvo compuesta por Jose Luis, profesor de la Universidad de Zaragoza, Pablo, de la sección sindical de CGT en el Ayuntamiento de Zaragoza, también de CGT estuvo Luis, secretario de relaciones internacionales de CGT y finalmente Vicente, delegado sindical de CCOO en Alumalsa, y Pedro, también delegado sindical por CCOO y representante del comité europeo dentro del grupo Montupet, del que forma parte Alumalsa. Y con estos dos compañeros continuamos hablando tras un corte musical, nos contaron los motivos de su lucha y cómo esta se está desarrollando, dándo un ejemplo claro de lucha organizada y conciencia trabajadora.
 
Además de hablar con los invitados recogimos ideas como "El internacionalismo", a cargo de Filosofía Marxista, y marxista también fué el concepto tratado, "Banco Malo". Recordamos la solidaridad con los compañeros multados, a partir de www.stoprepresion.org , repasamos las convocatorias para esta semana y tras oir la opinión de Hollywood sobre el comunismo Fidel nos enseñó que opinaba Lenin del amor y del sexo.

ISKRA Número 3, 20 de Noviembre de 2012

21 noviembre 2012

Palestina, una historia de resistencia.

Hace más de 60 años que la Organización de las Naciones Unidas decidió pagar por los crímenes del genocidio que emprendieron los nazis a lo largo y ancho de toda Europa permitiendo la creación de un estado judío sobre el territorio que históricamente había ocupado el pueblo palestino. Esta injusticia de origen es el cimiento sobre el que el sionismo comienza la creación del “Gran Israel”; el sueño imperialista de la tierra prometida que jahvé escribió sobre unas piedras hace más de 2000 años. ¿?
 
La partición inicial establecida por la ONU en 1947, ha sido irrespetada desde el principio por el estado de Israel, que a través de sucesivas olas expansionistas y mediante la invasión militar y posterior colonización, ha ido apoderándose del territorio palestino, especialmente del terreno más fértil y de los enclaves de más interés geoestratégico desde el punto de vista militar. Actualmente incluso las ciudades palestinas están siendo colonizadas mediante una metódica e implacable limpieza étnica que comienza con la separación de las comunidades israelíes y árabes, y termina por la expulsión de estos últimos mediante la presión, el chantaje o el asesinato directo.

  • Jerusalén. Reclamada como capital por palestinos e israelíes, “la ciudad más sagrada del mundo” ha ido cambiando su composición étnica en los últimos años como consecuencia de la política de aislamiento que ha convertido a los habitantes consuetudinarios de la cuidad, de origen árabe en su mayoría, en extraños en su propia tierra.
  • Nablús, 200.000 habitantes, “cuna de terroristas” en el imaginario sionista de los ocupantes, es una de las ciudades más castigadas por la ocupación. Sitiada y derruida, puede considerarse el corazón de la resistencia palestina.
  • Hebrón, la ciudad más antigüa de Oriente Medio, una ciudad medio fantasma en cuyo centro se han establecido 400 colonos judíos y más de 2000 soldados para la protección de estos.
  • Belén, una prisión virtual rodeada de asentamientos judíos y por un muro de hormigón de ocho metros de altura. Cualquier actividad ordinaria dentro de la ciudad, (ir a la escuela, a misa, al mercado, …), requiere un permiso especial de las fuerzas de ocupación.
  • Kalkilia, 35.000 habitantes. Rodeada la parte urbana por el muro, los colonos se han apoderado de todo el terreno cultivable circundante.

En julio de 2002 Israel comienza la construcción del denominado muro de la vergüenza. 650 kilometros de muro, alambradas electrificadas y puntos de control que aislan a la población palestina convirtiendo a las comunidades árabes en guetos. La práctica totalidad del muro ha sido construida sobre territorio palestino, considerando como tal el establecido en la partición de la ONU de 1947 o la llamada “línea verde” de 1949, fruto del armisticio de la primera guerra de Israel contra sus vecinos.




Fuente: videotecaalternativa.net

16 noviembre 2012

ISKRA, Programa de radio de la Juventud Comunista de Aragón (Programa nº 2 - 6 de noviembre de 2012).

¡Salud camaradas!
 

Ya se puede escuchar el programa de radio que hacen las Juventudes Comunistas de Aragón todos los martes de 22:30 a 23:30.

Esta edición esta dedicada a la Huelga General del 14N:

- Mesa redonda con el Responsable de la Secretaría de Mundo del Trabajo del PCE-Aragón, con la Secretaria Política de la UJCE-Aragón y con un militante de CGT.

- Entrevista con Miguel, abogado, que nos da consejos legales de cara a una escalada represiva el 14N.

Además, Economía Marxista, Filosofía, recordamos el 95 Aniversario de la Revolución Rusa, Convocatoria, Neruda y buena música.

Para ello pincha en el siguiente enlace:

ISKRA - Programa nº 2 - 6 de noviembre de 2012

Merece la pena hechar un rato y escucharlo.

09 noviembre 2012

Réquiem por la socialdemocracia.

Por Alberto Garzón.



Marx, como otros autores clásicos, consideraba que las reglas de juego del capitalismo, y en particular el motor de la competencia, obligaría a las empresas a luchar entre sí incrementando la explotación sobre sus trabajadores. Al fin y al cabo el objetivo de las empresas es mantener o ampliar espacios de rentabilidad, para lo cual es necesario sobrevivir en la selva de la guerra competitiva. Si una determinada empresa se despista y se muestra menos belicosa en esa tarea, por ejemplo subiendo salarios, las empresas rivales pueden tomar la delantera y aprovechar para rebajar sus costes en relación a la empresa en cuestión. Esos menores costes se traducirán en mayores ventas y en consecuencia en mayores beneficios, asumiendo que los compradores prefieren el producto más barato al más caro. Sabedora de este hecho, la empresa tendrá que reaccionar tratando de reducir sus costes al nivel de sus rivales. Es decir, volviendo a bajar los salarios. La amenaza es desaparecer en tanto que empresa.

Por estas razones apuntadas, Marx y los clásicos consideraban que la tendencia del salario era a alcanzar un nivel de mera subsistencia. La coerción de la competencia llevaría a todas las empresas a alcanzar equilibrios de mercado donde el salario estuviera totalmente deprimido y con ello se mantuvieran condiciones de precariedad absoluta para los trabajadores. Dado que además la coerción de la competencia también obligaba a reinvertir los beneficios empresariales, Marx sumaba a la predicción de los salarios de subsistencia la famosa advertencia de que el capitalismo estaba cavando su propia tumba al aplicarse la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.

Pero el desarrollo del sistema capitalista, bajo la tendencia de la concentración y centralización (empresas cada vez más grandes formando monopolios u oligopolios), junto con el ascenso al poder de partidos socialdemócratas y la aplicación de reformas que tenían como objetivo paliar las consecuencias de dicho desarrollo, mostraron una realidad histórica bien diferente a la que Marx había predicho. Las tesis de los revisionistas como Bernstein aparecían triunfantes en la creencia, aparentemente demostrada, de que el capitalismo podía domesticarse para evitar el negro oscuro que predecía el marxismo original.

Lo cierto es que la emergencia de las grandes empresas formando monopolios consiguió neutralizar la dinámica competitiva que, según Marx, debería haber conducido a salarios de subsistencia para los trabajadores. En un entorno de monopolio no es necesario luchar por reducir los costes laborales y en consecuencia se pueden compartir ciertos espacios de ganancia con los trabajadores si las instituciones, como el Estado, presionan para que así sea. El problema que puede emerger tiene más que ver, como apuntaron los autores neomarxistas (Sweezy, Foster, Magdoff), con la acumulación de ganancias por parte del capital que no puedan encontrar espacios de inversión (tesis del subconsumo). En cualquier caso, en ese marco de falta de competencia, los salarios no tienden hacia niveles de subsistencia. La socialdemocracia y el Estado del Bienestar pueden sobrevivir, si bien a costa de la sobrexplotación de recursos naturales y de los países en desarrollo.

Sin embargo, entre los ochenta y los noventa la caída del llamado socialismo real y la crisis de las organizaciones de izquierdas condujo a la hegemonía neoliberal y a la puesta en marcha de políticas económicas que promovían la libre circulación de capitales por todo el mundo. Estaba en marcha un nuevo estadio de globalización financiera y productiva, donde la competencia volvía a tener un lugar central en la actividad económica.

Las empresas de todos los países desarrollados, incluso aquellas que habían mantenido por mucho tiempo sus monopolios, tuvieron que entrar de nuevo en el tablero de la lucha competitiva. Y ese nuevo marco condujo de nuevo a la vigencia de la dinámica propia del capitalismo y, en consecuencia, a la validez de la predicción original de Marx. En todas partes las empresas luchaban por reducir sus costes laborales para poder vencer en una competición que ahora les enfrentaba con empresas de todo el mundo. Este sigue siendo nuestro contexto actual. El llamado capitalismo salvaje o capitalismo sin máscara.

Este marco de libre competencia mundial trasciende a los Estados y, en consecuencia, anula de facto la capacidad de la socialdemocracia de poder enfrentar esa dinámica a través de la actividad parlamentaria. Es decir, incapacita a las instituciones estatales para domesticar el capitalismo. Cualquier intento de alcanzar a nivel estatal políticas reformistas conduce necesariamente a una pérdida de competitividad de las empresas nacionales, lo que se traduce en mayores tasas de desempleo. He ahí el actual drama teórico y la confusión ideológica de los partidos políticos socialdemócratas en toda Europa, más allá de sus resultados electorales, al tener que enfrentar el dilema de precariedad o paro. Es decir, salarios de subsistencia o desempleo.

La socialdemocracia tiene que elegir entre aspirar a vencer en la lucha competitiva, aceptando un modelo de sociedad basado en salarios de subsistencia, o mantener nichos reformistas construyendo de nuevo monopolios, bien porque temporalmente domina tecnológicamente a partir de una determinada estructura productiva (modelo alemán) o bien porque introducen medidas proteccionistas que le aíslan de la lucha competitiva (modelo de capitalismo occidental de posguerra).

En un contexto de globalización financiera y productiva, estadio al que tiende siempre el capitalismo, Marx recupera su vigencia y sus tesis se reafirman. Al capitalismo le sobran, en este contexto, todos aquellos elementos que obstaculizan la posible victoria en una lucha competitiva. Dicho de otra forma, al capitalismo le sobran actualmente los servicios públicos y los derechos laborales. Y ante eso reaparece el viejo dilema de escoger entre un modelo de sociedad bárbaro y un modelo de sociedad alternativo. Y ese modelo alternativo sólo puede constituirse fuera del espacio capitalista, fuera del capitalismo.

Fuente: Diario Público.

05 noviembre 2012

Los galones del capitán Oliver Law.

Harry Randall vive en el desierto de Tucson (Arizona). Sus dedos parecen los de un pianista más que los de un fotógrafo. En 1937 era el camarógrafo y fotógrafo de la Brigada Abraham Lincoln, compuesta por unos 2.800 voluntarios norteamericanos que se unieron a la II República "para luchar contra el fascismo".
 


Durante el largo año en que luchó en España, Randall tomó miles de fotografías y filmó decenas de horas de combates. Muchas de esas imágenes, filmaciones en su mayoría inéditas, han estado entre las cajas de las mudanzas de Randall hasta que un grupo de documentalistas españoles ha logrado rescatarlas e incorporarlas al documental Almas sin fronteras.
 
La memoria de Randall es la memoria gráfica de una gesta multirracial sin precedentes en la historia. Blancos y negros estadounidenses se abrazan en sus fotografías con los mismos uniformes harapientos. "Por primera vez en EE UU, oficiales negros comandaron a tropas blancas", dice el historiador californiano Peter Carroll. "La Lincoln fue la primera unidad del Ejército norteamericano integrada por soldados de todas las razas. Jamás había ocurrido antes ni ocurriría poco después, en la II Guerra Mundial, donde el Ejército norteamericano seguía siendo segregacionista".
 

Oliver Law, el capitán negro.

 
Al más mítico de los afroamericanos de la Lincoln, al capitán Oliver Law, un coronel estadounidense que visitó España en 1937, le preguntó: "¿No le da vergüenza lucir ese uniforme con galones?". Y Law le contestó: "Yo era artillero en el ejército norteamericano, porque era negro. Aquí, en España, los galones se obtienen por lo que merecemos, no por nuestro color". Law merecería aquellos galones. Dirigía a sus hombres encabezando los ataques. En 1937 fue alcanzado por un mortero en la batalla de Brunete.


 
El último de los afroamericanos de la Lincoln murió en 1993. Jimmy Yates grabó la siguiente frase antes de fallecer: "En España fue donde por primera vez, siendo negro, me sentí libre".
 
A finales de 1936 zarpó de Nueva York un barco con los primeros voluntarios. Abandonaban un país cuyo Gobierno les había prohibido tomar parte en la guerra española. Partían de una ciudad en la que nueve de cada diez habitantes ni imaginaba lo que ocurría en España. Se dirigían a un país donde a nadie conocían ni nadie les esperaba.
 


 
 
Fueron guiados hasta los campos de entrenamiento de Albacete y entraron en combate en la batalla del Jarama (Madrid), en febrero de 1937. El Jarama fue la primera batalla internacionalizada de la Guerra Civil y el primer ensayo de choque de tropas de la II Guerra Mundial. Marroquíes, alemanes e italianos luchaban del lado de Franco. En el flanco republicano se habían citado voluntarios nada menos que de 54 países de los 66 que entonces formaban parte de la Sociedad de Naciones.

 
Dave Smith es quizá el único superviviente de la Lincoln que estuvo en esa batalla. Cuando llegó al Jarama le dijeron: "¿Sabes usar un fusil?". Mintió: "¡Pues claro!". "¡A la línea del frente!", le ordenaron. Era el 5 de febrero de 1937, la víspera de la ofensiva de una batalla que se cobró 20.000 bajas en sólo 19 días. "Nunca antes habían visto una guerra", afirma Carroll. "Y en ese sentido, el Jarama fue un estreno sangriento para todos ellos".
 
"Lo único que nos mantenía en pie era nuestro compromiso político. Estábamos tan comprometidos que entrábamos en combate sin dudarlo", recuerda Smith. Otro de los de esa docena de supervivientes norteamericanos, Abe Osheroff, también hace memoria de la guerra. "En la batalla de Belchite me di cuenta de que más de la mitad de los compatriotas con los que me había entrenado en Albacete estaban muertos o heridos".
 
"Estos hombres hicieron cuanto estuvo en su mano", explica Carroll, "pero no eran militares profesionales. Ahora bien, la experiencia y el entrenamiento que les faltaba lo compensaban con su fe, su pasión y su ánimo. No estaban luchando por ellos mismos, ni tampoco por dinero. Estaban luchando por hondas convicciones. Y por eso es por lo que estaban dispuestos a morir".
 

 

La represión de McCarthy.

 
Dispuestos a morir o a convertirse en reos. Robert Steck fue capturado en el Ebro en abril de 1938 y trasladado al monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos), una de las improvisadas prisiones nacionales convertida en centro experimental de la tortura.
 
Ese año, mientras Dolores Ibarruri cumplía con acuerdos internacionales que obligaban al Gobierno de la República a desalojar de España a los brigadistas de todas las nacionalidades, Steck creaba dentro de la prisión lo que llamó el Instituto de Estudios Avanzados. En la práctica era una universidad clandestina donde los presos aprendían todo tipo de materias de aquellos compañeros que eran capaces de enseñarles algo. "Nos apañábamos así para seguir en la lucha, para mantener nuestros ideales".
 
De vuelta a Estados Unidos pagaron los pecados por haber luchado junto a los republicanos. En 1947, el Departamento de Justicia del Gobierno de Estados Unidos elaboró una relación de organizaciones subversivas. La Brigada Lincoln aparecía dos veces. Jack Shafran y Moe Fishman fueron dos de los muchos represaliados que se quedaron sin empleo. "A cualquier simpatizante de la izquierda lo calificaban de comunista, con lo cual perdía automáticamente su trabajo", aclara Shafran.
 
El caso de Steve Nelson tuvo repercusión mundial por su desproporción. El macartismo condenó a Nelson a 20 años de prisión por haber participado en actividades relacionadas con el comunismo. El día antes de entregarse a la policía, Nelson paseó en silencio durante horas con su mujer y sus hijos por un parque de Pittsburgh. "¿De qué íbamos a hablar?", se pregunta Nelson. "¿Cómo se habla de que vas a pasar 20 años en la cárcel, cómo lo explicas?".
 
 
Fuente: Diario EL País.

27 octubre 2012

La dictadura de los tecnócratas.

Por Alberto Garzón.
 
A veces la vida te da el mismo día dos inmensas tortas en forma de cruel ironía.
 
La primera. Esta semana debatíamos los presupuestos generales en el Congreso, y mientras escuchaba a Montoro encontré sepultada una noticia que afirmaba que el Banco Central Europeo había secundado la petición del ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schäuble, de crear la figura de un supercomisario europeo con capacidad de vetar los presupuestos de los países de la Unión Europea. Tal cual.
 
La verdad es que la noticia pasó sin pena ni gloria, muy a pesar de su importancia. Con esta nota el Gobierno alemán –y su brazo armado, el BCE–, estaba reconociendo su propósito de consolidar un ordenamiento institucional profundamente antidemocrático y que hasta hace unas décadas solo podían defender, sin ser reprobados públicamente, los economistas ultraliberales de la escuela de Hayek. Hoy, con absoluto descaro y sin apenas oposición, el triunfo de los tecnócratas parece evidente.
 
En Europa existieron una vez los federalistas. Personas como Monnet y Delors aspiraban a disputar la hegemonía política y económica a Estados Unidos logrando enfrentar a aquel capitalismo salvaje un capitalismo de rostro humano. Para ello se requerían instituciones políticas similares a las estadounidenses, con un sistema presidencial con su Parlamento, su tribunal de justicia y sus protocolos de democracia electoral. Pero todo esto nunca existió; fue un mito cargado de ingenuidad.
 
En Europa sí existieron, por el contrario, las alianzas intergubernamentales de países que buscaban fortalecerse a través de pactos de convergencia de intereses económicos. El recuerdo de la Segunda Guerra Mundial condicionó las primeras alianzas, comenzando por la Comunidad Europea del Carbón y del Acero iniciada en 1951 para evitar futuros conflictos bélicos en Europa. La fortaleza política de Francia y la fortaleza económica de Alemania permitieron desde entonces que estas dos potencias pilotaran en todo momento la integración europea, haciendo y deshaciendo a su antojo.
 
Sin embargo, el ascenso del neoliberalismo en Europa permitió esquivar la decisión de elegir entre uno u otro modelo. Entre federalismo y sucesión de pactos nacionales era mucho mejor quedarse con la dictadura de los tecnócratas y ahorrarse quebraderos de cabeza. Esta dictadura, ya vigente, tiene unas sólidas bases filosóficas. En particular, la base de dividir a la población en dos partes. Por un lado están los técnicos ideológicamente neutrales, que saben lo que les conviene a las masas porque ellos no son ni de izquierdas ni de derechas. Exactamente son como Almunia. Por otro lado están las masas, que son un ente abstracto irracional e irresponsable y cuyas emociones y deseos hay que neutralizar de alguna forma. Esos somos nosotros.
 
En realidad todo esto lo dijo Hayek ya antes de la Segunda Guerra Mundial. Según su visión había que evitar que las masas, deseosas de redistribuir riqueza y de dejarse llevar por líderes de tendencia socialista –y, según él, aproximadamente todos cumplían con ese perfil–, pudieran influir en decisiones que afectaran a los sacrosantos derechos de propiedad. Por eso urgía elevar instituciones que los mortales no pudieran tocar.
 
El problema es que Hayek no tenía mucho gusto por los detalles, así que fueron los neoliberales europeos de finales del siglo pasado los que diseñaron la arquitectura final. Y con Maastricht en 1992, aprobado con los votos a favor de la generosamente autodefinida socialdemocracia, la caricatura de una Europa democrática que envolvía a la dictadura de los tecnócratas estaba en marcha.
 
Desde entonces el Parlamento Europeo realmente existente es, como diría Perry Anderson, una asamblea merovingia o un teatro de sombras. O un mal chiste, si somos más coloquiales. El verdadero castillo está en la Comisión Europea y en el Banco Central Europeo, cuyo propósito es cortocircuitar los debates nacionales para acabar imponiendo lo que, dicho otra vez coloquialmente, les dé la real gana. Y eso que imponen es, a pesar de sus notables esfuerzos por ser neutrales, calcado a las propuestas neoliberales que nacen en la fantasiosa visión del mundo de los economistas neoclásicos.
 
Segunda ironía. Resultó que el mismo día también me dio por acudir a la Comisión de Economía del Congreso, donde soy portavoz. Allí el Gobierno nos explicaba a los diputados de la oposición que en el debate sobre el banco malo y las participaciones preferentes podríamos debatir y negociar todas aquellas enmiendas que no afectaran a las decisiones previamente dictaminadas por la troika*. Prometo que noté en la cara de algunos un gesto bien claro de complacencia que venía a decir: ¡Para que luego digáis que no tenemos democracia!.
 
* Formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

07 octubre 2012

Che: ¡Hasta siempre Comandante!.

Luz Marina López Espinosa.
Partido Comunista Colomobiano.

8 de Octubre conmemoración de la caída del Che. Día del guerrillero heroico.

Nombre que ennobleció una letra, la más ruda de la lengua castellana, con la que alguien diría, no podría hacerse un poema. Y es que tiene algo macizo en su fonética que como que no la deja ir bien con lirismos y sutilezas. Sin embargo,…”Si el poeta eres tu… qué puedo yo cantarte comandante” lo advirtió Silvio. Y el hombre era eso y más cuando enseñó lo que nadie antes había hecho expreso, que la revolución era ante todo amor, un acto de amor.
Y poeta y todo, fue tanta la fortaleza de ese hombre –el más perfecto del siglo XX dijo J.P. Sartre- que no hay que recabar sobre el acero que templó esa alma y el diamante que acorazó su cuerpo en algún sentido débil, al punto de aterrorizar al verdugo: “Parece que está rezado, no le entran las balas”. Pero que nadie se llame a engaño porque esa rudeza, la misma de la ch que te nomina, era ante todo y por sobre todo –no tuviste reparo en reclamarlo- expresión acabada de la más noble fragilidad humana: la de sentir la suerte del otro hasta hacerla propia, dando cauce libertario a las células de su cuerpo indignadas por la injusticia que se comete contra ese otro al que no se reconoce tal, porque soy yo mismo. Un acto de amor en realidad.
 
El hombre universal.
 
Por eso el Che se despojó de los alamares de diplomático, de ministro de estado y de gerente del banco de su patria, para emprender el camino de la guerra en la áspera selva boliviana, dura no por culpa de ella que qué la van a ser arboledas y cañadas, sino por el ocupante que hollaba sus veredas y humillaba a sus taciturnos moradores con la boca del cañón codiciosa tras algún gesto levantisco. Condotiero sí lo reconoció, pero de una manera especial, porque su paga era la libertad del hermano, bella paga; y el suelo extraño donde combatía, África, Cuba o Bolivia, no lo era más que su pampa argentina.
 
Tenía bien fundamentado su destino, porque el Che era todo menos un aventurero. Las “aventuras” que emprendió nacieron de su observación y análisis de la realidad, cuya decisión de transformarla requirió de lecturas muchas, poesía, política y sociología amén de su arte primero que fue la medicina, aunque se envaneció de haberla sacrificado por el oficio de soldado. Al mismo tiempo y en sus palabras, pulió la voluntad con delectación de artista. Marxista consumado, es decir filósofo, tuvo espacio para dejarnos textos de economía política y filosofía, así como observaciones sobre la situación del indio boliviano, el obrero peruano, los estudiantes colombianos.
 
El Hombre Nuevo.

Entonces Ernesto, que así se llamaba y así lo nombraban sus papás, cuando tomó la decisión de irse a luchar por ese otro que no lo era porque era él mismo, les escribió una carta: Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con la adarga al brazo. Y es que el hombre, de verdad tenía su pisca de poeta -¡y vaya si lo era!-, cuando de tan metafórica manera les participó su determinación. Igual lo hizo con sus cinco pequeños hijos. A unos y otros, sin alardes ni patetismos, les anunció que debían estar preparados para no volverlo a ver. Pero dialéctico y revolucionario, esto tan trascendente para el común de los mortales, lo anotó apenas como el dato inevitable en una biografía personal, y pasó pronto de largo sobre él. La recomendación principal en esas cartas testamento, era el legado que les dejaba de una vida consecuente con un pensamiento y comprometida con la liberación de los sometidos y el desagravio de los humillados. Era él mismo el Hombre Nuevo que recomendaba construir si se quería redimir el mundo de las miserias a las que lo tenía postrado el hombre viejo, el que gira alrededor de sus apetitos e intereses.
 
El cadáver del Che.
 
Un cadáver así, como el que conocimos porque los torpes estrategas del despotismo militar latinoamericano calcularon que con esa imagen se acababa el mito, un cadáver así, dan ganas de sentarse a conversar con él. Serenamente, largamente, y hasta fumar de su tabaco como lo hacían nuestros antepasados en señal de comunión. Sin llanto en los ojos desde luego porque ¿a santo de qué llorar?.
 
Llanto el del verdugo que no supo matar tu cadáver y luego gastó su vida y la de la siguiente generación, a la manera de los primeros conquistadores que destruían los adoratorios de los amerindios, porfiando en desacralizar ese inmenso santuario que iba siendo ya toda Bolivia, donde ríos, cordilleras, el sonido de la tena, el canto del tucán y hasta el mar que no tiene, eran venerados por multitudes en romería de todo el mundo, como el pueblito por donde pasó el Che, el rancho donde durmió el Che, el sendero que transitó el Che, y así hasta el santuario mayor, Arca de la Alianza, Santo Grial por el que lucharon infructuosamente todos los Indiana Jones del mundo, la humilde alberca de la escuelita en la universal Higuera donde una mirada serena que no deja de mirar, nos pregunta e interpela y reclama respuesta.
 
El Che: guerrero y poeta.
 
Altar aquél donde cayó el Che para levantarse e ir por siempre persiguiendo los verdugos en cualquier rincón del mundo donde posen su planta, inspirando donde quiera haya jóvenes, estudiantes, obreros o cantores, hombres o mujeres ya desde entonces indignados reclamándole al mundo, mucho antes de que se diera lo peor en el triste ocaso del siglo XX y en el mal alborear de este XXI, que otra cosa exigen de él. Fuera en Islandia o en Vietnam, en la muralla de una capital del primer mundo o en la pared derruida de una casa campesina en los Andes sudamericanos y aún en la mismísima entraña del monstruo, una imagen orienta el camino.
 
Pero el Che nos enseñó no la visión idealista de la revolución como gesto ni apenas como actitud, sino como una construcción que partía del estudio, el espíritu crítico y ¡ah! mucho trabajo, asentado en el suelo que nos sostiene y siempre con el otro. Por eso él no es un ícono ni un mito aunque tenga de los dos, y aunque la mercadotecnia del statu quo así nos lo recomiende.
Era tan integral además de íntegra su condición humana, que ya su espíritu poseído por los efluvios de la guerra, fue capaz de componer un poema, declaración de amor, de despedida y de fortaleza a su amada Aleida, cuando la decisión suprema de partir a Bolivia en viaje que sabía sin regreso, llevaba ínsita la de abandonarla:
 
Adiós, mi única,
No tiembles ante el hambre de los lobos
Ni en el frío estepario de la ausencia,
Del lado del corazón te llevo
Y juntos seguiremos hasta que la ruta se esfume.



8 de Octubre conmemoración de la caída del Che. Día del guerrillero heroico! Y, con Fidel, Chávez, Evo, Correa y Marcha Patriótica te decimos: ¡Hasta Siempre Comandante!