PORTAVOZ DEL GRUPO MUNICIPAL DEL FRENTE DE LA IZQUIERDA - PCA LANGREO
Recibo con tristeza y un poco de sorpresa la noticia, en un viernes lluvioso, del fallecimiento de Manolín el de Llorío, o como algunos le apelaban, el último guerrillero vivo, que a partir de este maldito 16 de setiembre pasará a engrosar la larga nómina de comunistas ilustres que como tal parecen escapar de esta crisis que se lleva por delante todas las esperanzas puestas en los que su generación, la de nuestros abuelos, tanto tuvieron que pelear, para que ahora se vaya derrumbando cual castillo de naipes, sin apenas contestación social.
Lo siento Manolo, pero los comunistas de ahora no podemos estar a la altura de las circunstancias que nos han tocado vivir. Un sentimiento de impotencia y tristeza al ver que estas tierras que te vieron nacer, pelear, por algo tan justo como poder decir que eres comunista sin que te cataloguen de lunático, visionario, nostálgico cuando no de lastre del pasado. Por eso, cuando te di el último adiós y observé los compañeros de viaje, no pude mas que sonrojarme y pensar para mis adentros, cómo el testigo que gente como vosotros paseasteis con orgullo, pasa ahora sin mas pena ni gloria en manos de gentes, que aprovechándose de vuestra labor, de tu labor, pretenden forjar y adueñarse de unos ideales, que a la luz de las circunstancias actuales no te llegan ni siquiera a la suela de tus zapatos.
Compañero Manolín, aún recuerdo como hace algunos años las Juventudes de tu Partido, el Comunista, te otorgaron en El Carbayu, en el marco de una espicha de la juventud, el título de presidente de honor del colectivo langreano y, como, muchos de aquellos chavales a los que se les iluminaban sus ojos con tu presencia, de tener a la leyenda viva de una historia de película pero real como la tuya, recibían tu sonrisa , tus palabras, y tu aliento, pidiéndoles no abandonar nunca este partido ni sus ideales.
Pero Manolín , la vida a veces da sinsabores que hace que muchos de aquellos chavales ya no se encuentran ahora en tu Partido, precisamente por hacer caso de tu palabra y no traicionar tus ideales, por pensar y decir críticamente, que la lucha por estar en las instituciones no hace organización y que, como tu bien sabías, sin ideas y sin organización todos los esfuerzos son inútiles. Esos camaradas siempre estuvieron a tu lado y muchos de ellos, no tan jóvenes, pero con una larga historia de militancia detrás, se encuentran fuera de tu Partido orgánicamente con sanciones injustas, depuración de organizaciones enteras y suspendidos de militancia, por pedir que el Partido, tu Partido debía de salir a la palestra como lo que somos y no escondidos bajo otras siglas, paraguas de ambiciones y de intereses individuales como a la postre se está demostrando.
Manolín, me puede la emoción al pensar que a ti te dolerían estas situaciones de crisis y disensiones, muchísimas en tanto tiempo, para un Partido pequeño como el nuestro, pero grande en generosidad y valentía. Por eso, a pesar de que no vayas a leer estas líneas, has de saber que los comunistas de Llangréu, de tu Partido, están orgullosos de tu trabajo, de tu militancia, de defender posiciones incluso que tu mismo pagaste con la indiferencia mas absoluta durante años, ese mismo arrojo que demostrabas vendiendo el «Mundo Obrero» o la lotería de Navidad de tu agrupación, donde siempre recalcabas el que no se perdiese la presencia de los anagramas que hoy lloran tu pérdida. Anagramas que al igual que tu fusil, la hoz y el martillo, tanto respeto infundaron en esta región por personas tan insignes y que ya se fueron, como Dolores, Horacio, y tantos otros.
Me despido de ti, compañero, con un abrazo virtual definitivo y esperando que si hay alguna vida detrás de ésta, debe ser mas justa y solidaria que la de aquí y, donde por fin, te habrás dado cuenta de que los que te adulaban, te vanagloriaban y te nombraban, solo lo hacían por provecho personal, intentando apropiarse de unas ideas, de un Partido y de una organización, que con 90 años de historia dio lo mejor de ti y tu de ella y que muchos de nosotros, hasta donde nos dejen, estaremos dispuestos a retomar, mal que les pese a pesebreros, arrieros de la política o maestros del disfraz ideológico que tanto pululan por ahí.
Camarada Manolín, ¡hasta siempre! Y tienes el inmenso honor de saber que todo lo que fuiste y lo que hiciste se te está agradecido con creces. Hicieron falta personas como tu para sentirse aún mas orgulloso de la pertenencia a este Partido, para seguir por la senda de la revolución, la justicia social, la generosidad y la entrega, lamentablemente tan faltos en algunos dirigentes que hoy hablan de ti.
