10 febrero 2016

Jorge Rebelo, el poeta de la revolución mozambiqueña.

La literatura africana no interesa demasiado en la cultura eurocentrista, por lo que son raros los autores de este continente conocidos y traducidos, incluso en los paises colonizadores de sus países de origen. Y sobre todo si se trata de escritores que no solamente lucharon por la independencia o por el socialismo con su pluma, sino que lo hicieron también con el fusil. 



Es el caso del mozambiqueño Jorge Rebelo, nacido en 1940, en Maputo, Mozambique. Licenciado en Derecho por la Universidad de Coimbra, en Portugal, volvió a su país para dirigir el secretariado de información de la Guerrilla antiportuguesa, el Frente de Liberación de Mozambique, FRELIMO, editando también la revista Mozambique Revolution. 
 
El 25 de junio de 1962, se creó en Dar es Salaam, la principal ciudad de la vecina Tanzania, el Frente de Liberación Marxista-Leninista de Mozambique, conocido como FRELIMO (Frente de Libertação de Moçambique). La lucha guerrillera comenzó oficialmente el 25 de septiembre de 1964, y terminó con un alto el fuego el 8 de septiembre de 1974, del que resultó una independencia negociada en 1975 tras los acuerdos de Lusaka. En Mozambique, el FRELIMO se hizo con el poder y Samora Machel, su dirigente marxista-leninista, se convirtió en el primer presidente mozambiqueño. 
 
Entonces, con el FRELIMO en el poder, Mozambique se alineó con el llamado "Bloque del Este", iniciando relaciones diplomáticas y tratados de cooperación con la URSS, China, Cuba y demás países socialistas, de los que había recibido ayuda durante la guerra de independencia. De hecho, el nombre que adoptó el país tras su independencia fue República Popular de Mozambique, hasta 1990. 
 
El presidene Samora Machel moriria en un conveniente accidente de avion en 1986 y sería sucedido por un partidario de la democracia pluripartidista y de mejorar las relaciones con Estados Unidos, Joaquim Chissano 
 
Jorge Rebelo todavía es conocido en su país como "el poeta de la revolución" Sus poemas son combativos, destinados a la guerrilla en la que el poeta combatía. Sus versos son vistos como una crónica de la lucha por la independencia, una llamada a las armas en el marco de la ideología comunista, de la emancipación de los pueblos y de los trabajadores. 
 
A continuación, compartimos una muestra de algunos de estos poemas de Jorge Rebelo, que hemos traducido del portugués al castellano en este blog: 
 
Poema de un militante 
Madre. 
Yo tengo un fusil de acero; 
tu hijo, 
al que tu viste encadenado 
un día 
(cuando llorabas como si 
fueran tus manos y tus piés 
lo que aprisionaran las cadenas). 
Tu hijo es libre ahora. 
Madre. 
Tu hijo tiene un fusil de acero, 
Mi fusil 
romperá los grilletes 
abrirá las prisiones 
matará a los tiranos 
recuperará nuestras tierras 
Madre, 
Que bello es disparar por la libertad, 
la justicia resuena en cada disparo 
y los ancianos sueños alzan el vuelo 
como los pájaros. 
Disparando en el frente, 
aparece tu imagen. 
Yo disparo por ti, 
Madre, 
para secar por fin 
las lágrimas de tus ojos. 
 
En nuestra tierra, las balas están empezando a florecer 
Vamos, hermano, cuéntame tu vida 
Vamos, muéstrame las marcas que el enemigo 
dejó en tu cuerpo en la revuelta. 
Vamos, dime ‘Aquí mis manos fueron heridas 
porque ellas mismas 
esta tierra defendieron’ 
‘Aquí mi cuerpo fue torturado 
porque rechazó doblegarse 
ante los invasores’ 
‘Aquí mi boca fue golpeada 
porque osó pedir 
la libertad de mi pueblo’ 
Vamos, hermano, cuéntame tu vida, 
vamos, explícame los sueños de rebeldía 
que en silencio soñabais 
tú, tus hermanos y vuestros antepasados 
en las noches clandestinas sufridas por amor. 
Vamos, relátame esos sueños que 
se convirtieron en guerra, 
el nacimiento de los héroes, 
las tierras reconquistadas, 
las madres que, sin miedo, 
enviaban a sus hijos a la lucha. 
Vamos, háblame de todo esto, mi hermano. 
y más tarde yo lo contaré con palabras simples 
que incluso los niños puedan comprender 
palabras que entraran en cada casa 
como hace el viento 
y se posarán como las rojas y cálidas brasas 
a los pies del alma de nuestro pueblo. 
En nuestra tierra, 
las balas están empezando a florecer. 
 
En el pueblo buscamos la fuerza 
Jacinto Veloso, Jorge Rebelo, Marcelino dos Santos 
y Samora Machel. Mitin del Frelima en Maputo 
No basta que sea pura y justa 
nuestra causa 
Es necesario que la pureza y la justicia 
existan dentro de nosotros. 
De los que vinieron 
y se aliaron con nosotros 
muchos tenían miradas sombrias 
intenciones extrañas 
Para algunos la razón de su lucha 
era solo el odio: un odio antiguo 
tenaz y sordo 
como una lanza 
Para otros se trataba de una bolsa 
bolsa vacía (querían llenarla) 
querían llenarla de cosas sucias 
inconfesables. 
Otros llegamos. 
para luchar y entender aquello 
que el pueblo 
quiero alcanzar 
Y tener la tierra donde nacimos 
y ser libres para trabajar. 
y que lo que creamos sea nuestro 
luchar para darnos un destino, 
un puente entre la incredulidad 
y la certeza de un mundo nuevo. 
En la misma barca nos encontramos. 
Todos coincidimos- vamos a luchar. 
¿Luchar para qué? 
¿Para dar rienda suelta a un odio antiguo 
o para ganar la libertad 
y que sea nuestro todo lo que creamos? 
Mantengámonos firmes: en el pueblo 
buscaremos la fuerza 
y la razón. 
Inexoráblemente 
como una ola que nada detiene 
venceremos. 
El pueblo seguirá la estela de nuestra barca. 
Pero la lección fue bien aprendida: 
No basta que sea pura y justa 
nuestra causa 
Es necesario que la pureza y la justicia 
existan dentro de nosotros 
Libertad 
Libertad, 
sé que un día 
vendrás. 
Si llegas tarde, 
después de que haya pasado 
mi tiempo de combate 
y de conquista, 
no olvides 
que te amé 
incondicionalmente 
y te busque sin desánimo 
durante toda mi 
existencia anónima. 
Detente pues un momento 
al lado de mi sepulcro; 
aún muerto, podré sentirte 
y reconocerte, 
para después 
morir de nuevo 
complacido.