12 noviembre 2011

Digo Alfonso Cano, y escribo Patria.

Cuentan las crónicas periodísticas que primero lo cercaron, luego lo obligaron a desplazarse y finalmente lo bombardearon. Se regodean en los detalles estos medios de comunicación que tan bien conocemos: que si encontraron sus anteojos, que si su billetera, que el hallazgo de un montón de miles de dólares, que huía a la desesperada, que si cayó también su compañera del alma. Siempre la misma infamia a la hora de la muerte, como ocurriera con el Che, con Sandino y Carlos Fonseca, con Santucho o el montonero Roqué, o mucho más atrás en el tiempo, con el riojano Chacho Peñaloza a cuya cabeza exhibieron en una pica. O más atrás todavía, con Tùpac Amaru, descuartizado brutalmente como ocurriera con la lideresa indígena boliviana Bartolina Sisa y su compañero Túpac Katari.
Ni una palabra diferente al escribir los libretos, a pesar de los años transcurridos. Lo que cambian, en algunos casos, son las siglas de los asesinos, sus atuendos o la procedencia geográfica de sus comunicados.
Sin embargo, lo que siempre encuentran estos perros de caza en el otro extremo de sus cacerías, son hombres y mujeres valientes, dispuestos a jugar lo más preciado de sus vidas por una causa colectiva que ponga patas para arriba esta miserable propuesta de mundo que nos propone el capitalismo y el imperio.
Ahora, toda esa Colombia rebelde, proletaria y campesina, mil veces postergada, se estremece de dolor y furia al ver caer en combate a uno de sus mejores referentes. Con el comandante Alfonso Cano, han podido asesinar su porfiada y militante forma de vivir, su desesperada pasión por encontrar la paz para acabar con tanto sufrimiento de un pueblo que no lo merece, pero no han podido ni podrán detener el caudal de un río correntoso que terminará inundando de porfiada dignidad la patria de Jorge Eliecer Gaitán, Camilo Torres y Manuel Marulanda Vélez.


Ya lo dijo la compañera Piedad Córdoba: "La muerte de Alfonso Cano es un duro golpe para la paz", y agregó: "la salida es política, y no es a través de una victoria pírrica en el orden militar que se solucionará el prolongado conflicto colombiano". Es precisamente a esto que le temen el terrorista de Estado Juan Manuel Santos, su ejército adoctrinado por Washington y también la oligarquía colombiana. Sabedores de que las FARC-EP estaban dispuestas a dar pasos concretos hacia una solución política que genere las condiciones de una Nueva Colombia, dispusieron sus fuerzas para asesinar a Cano y de esta manera mostrar al mundo una foto mentirosa: el descalabro definitivo de la guerrilla. Como siempre, mienten, porque saben que eso les ayuda a perpetuarse en el poder, y además, de paso, buscan llenarse de laureles a nivel exterior.
Las FARC y el ELN, ellos lo saben, no están dispuestas a abandonar la lucha, mientras no se terminen las causas que les obligaron a subir a la montaña hace casi medio siglo. Por eso, de nada sirve el magnicidio generado por un ejército que apadrina paramilitares, que es sostenido por uniformados norteamericanos y que cuenta con el apoyo de la inteligencia israelí. Esta vez, como ocurriera con el comandante Jorge Briceño, sólo han podido destrozar el cuerpo de un revolucionario en una batalla tremendamente desigual, pero no pueden paralizar la lucha del pueblo, que más allá de la propaganda oficial marquetinera, brota por todas partes. Eso sí que lo tienen claro, aunque hoy lo disimulen con rostros cruelmente alegres, y el presidente Santos se exhiba como un gallo de riña.
Mientras otros pueblos del continente se empoderan en su decisión de seguir forjando Revolución, y avanzan decididamente hacia el socialismo, en las montañas de Colombia, la guerrillerada enterrará su pena ante la pérdida de uno de sus mejores soldados y proseguirá la lucha por idénticos objetivos. No les queda otra alternativa, porque la paz para ellos no es una palabra hueca o la consigna final de un comunicado, sino toda una esperanza de cambios profundos, y eso, se sabe, cuesta sacrificio y obliga a ahorrar lágrimas, aunque la muerte arrecie.


Por Carlos Álvarez-Resúmen Latinoamericano.

09 noviembre 2011

La crisis europea de las deudas

Power Point con los principales datos de la deuda externa (pública y privada) de España y los principales países europeos, con una explicación básica de como es la deuda privada y no la pública la culpable de la crisis, y como esta deuda privada está siendo "transformada" en deuda pública. El material lo ha elaborado Daniel Albarracín del Gabinete de Estudios de Fecoht-CCOO.

08 noviembre 2011

Marcelino vive, la lucha sigue.

José Luis Centella, Secretario General del PCE

Estimados compañeros, querida Josefina:

Hace un año miles de voces gritábamos MARCELINO VIVE, LA LUCHA SIGUE, y efectivamente, la lucha sigue denunciando los recortes sociales, defendiendo las causas justas en todo el Planeta, desde Palestina, al Sahara, confrontando con el capitalismo depredador que nos ha llevado a la mayor crisis de la historia, efectivamente la lucha sigue en los miles de jóvenes que salen a la calle exigiendo MAS DEMOCRACIA Y UN EMPLEO DE CALIDAD.

Y efectivamente Marcelino vive, vive en nuestra memoria de camarada simple puntual en las reuniones, siempre atento a dar respuesta a las inquietudes que se le planteaban, Marcelino vive en nuestro corazón de compañero entrañable, humano que siempre nos saludaba con un abrazo cálido.

Pero sobre todo Marcelino seguirá viviendo, porque seguiremos siendo muchos los que mantengamos en alto las banderas rojas, los ideales de la clase trabajadora, y la lucha seguirá porque es necesario defender los derechos sociales, los derechos laborales, de millones de trabajadores y trabajadoras que no se dejaran ni domar, ni doblegar, ni domesticar.

Por todo ello en este primer año en el que Marcelino nos falta, reafirmamos el compromiso de mantener viva su memoria, de continuar su trabajo, de mantener en alto sus ideales, defendidos en la cárcel, en la fabrica, en las asambleas, en el parlamento, en los debates sindicales y políticos, y lo hacemos desde la conciencia de que en estos momentos de dificultades, de traiciones, de abandonos, pero también de esperanza es mas necesaria que nunca esa pasión por la unidad de la clase que Marcelino nos enseño, por eso un año después estamos seguros de que nos equivocamos, que efectivamente LA LUCHA SIGUE, MARCELINO VIVE y tu bandera roja, con la hoz y el martillo seguirá siendo levantada por manos jóvenes.