Los militantes del PCE trabajan y luchan para la construcción del socialismo y la realización plena del ideal emancipador del comunismo. El PCE reitera el compromiso en la aspiración a la paz y la cooperación entre los pueblos, el derecho universal al trabajo digno, la realización de los derechos sociales y políticos de las personas, y la conformación de una sociedad que se inspire en valores de libertad, solidaridad, de la paz, justicia y la igualdad.
Una información de Efe del pasado 30 de diciembre1sobre el trasvase de profesionales desde el periodismo a la política nos ha
dado pie a indagar sobre los casos de periodistas procedentes del diario El
País. Para muchas personas, en especial fuera de España, este periódico sigue
siendo un emblema de la izquierda o, al menos, del entorno del PSOE. Pero si
observamos el recorrido de algunos de los directivos de su redacción descubrimos
que su destino natural ha sido la derecha y muy especialmente el Partido
Popular. No se trata de colaboradores o firmas, donde ministros del actual
gobierno como el de Educación, José Ignacio Wert, o el de Economía, Luis de
Guindos, han sido habituales en los medios del grupo Prisa, sino de periodistas
con responsabilidad en la conformación del diario.
Así tenemos a la fundadora de El País y primera jefa de Documentación,
Beatriz Rodríguez-Salmones, que hoy es diputada del PP. No es el único fundador
del periódico que ha tenido responsabilidades en el Partido Popular. Carlos
Mendo, que apunto estuvo de ser director, fue corresponsal de El País en Londres
desde 1979 a 1987, de donde regresó para hacerse cargo del Servicio Exterior del
diario. Con la apertura de la delegación del periódico en Estados Unidos, fue
enviado como primer corresponsal en 1989 hasta 1991, cuando fue nombrado
director gerente de la edición internacional del periódico. En 1994 fue
candidato del Partido Popular a las elecciones al Parlamento Europeo, pero no
fue elegido. Después fue vocal-consejero en RTVE por el PP hasta 1997. Regresó
como articulista de El País, contertulio en la cadena SER y en La Cuatro.
La periodista política Pilar Marcos fue más tarde directora de publicaciones
de FAES, la Fundación del Partido Popular presidida por José María Aznar, y hoy
es diputada nacional por este partido. Aunque más conocida por su trabajo en El Mundo, también fue redactora
free-lance para El País Irene Lozano, hoy diputada de UPyD.
Uno de los periodistas más significados de la derecha, colaborador de FAES y
amigo íntimo de Esperanza Aguirre también procede de El País. Se trata de Hermann Tertsch, que se incorporó al diario del grupo
Prisa en 1985, siendo su corresponsal en Bonn y en Varsovia . Entre 1993 y 1996
llega a ser subdirector del diario y responsable de la sección de opinión. En
1996 deja la subdirección, manteniendo una columna de opinión en el mismo
periódico hasta 2007 .
Por último, Luzmila Vinogradoff pasó de ser la corresponsal de El País en
Venezuela, donde tuvo una cobertura de lo más tendenciosa contra el gobierno de
Hugo Chávez justificando el golpe de Estado contra su gobierno en abril de 2002
y mintiendo sobre los acontecimientos, a ser la corresponsal de ABC. No tuvo que
cambiar su tono en lo más mínimo porque la línea editorial es idéntica.
Si, en cambio, buscamos algún cargo o periodista significado de El País que
ahora esté comprometido con un movimiento, sindicato o partido político de
izquierda no lo encontraremos. De modo que ya sabemos que quienes están
escribiendo o decidiendo los contenidos hoy de El País mañana bien pueden ser
los nuevos diputados de la derecha o los cargos de sus fundaciones.
El pasado 17 de noviembre, la página de Enlace Zapatista anunciaba un
próximo pronunciamiento de la comandancia general, la comisión sexta y la zezta
internacional del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Esperábamos algún
comunicado, pero pocos imaginaban lo que ha acontecido.
En una acción masiva, disciplinada y simultánea, no vista desde los días del
alzamiento insurgente de 1994, decenas de miles de zapatistas ocuparon
pacíficamente y en estruendoso silencio cinco ciudades chiapanecas. Horas más
tarde, dieron a conocer un breve comunicado.
Decenas de miles de bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN) ocuparon en emblemático silencio las calles de cinco municipios
chiapanecos, en la primera manifestación pública que los zapatistas hacen desde
el 7 de mayo de 2011, cuando se unieron a la convocatoria del Movimiento por la
Paz con Justicia y Dignidad. Esta acción simultánea y masiva, la más grande de
toda su historia, estuvo precedida por el anuncio de que la organización
indígena daría su palabra, que se conoció unas horas después de la
movilización.
“A quien corresponda. ¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es
el del nuestro resurgiendo. El día que fue el día, era noche. Y noche será el
día que será el día”, fue el mensaje signado por el subcomandante Marcos y
difundido horas después, a través de la página Enlace Zapatista.
En cada una de las ciudades ocupadas (Ocosingo, Las Margaritas, Palenque,
Altamirano y San Cristóbal), los tzeltales, tzotziles, ch’oles, tojolabales,
zoques, mames y mestizos marcharon con sus tradicionales paliacates y
pasamontañas, en filas y en estricto silencio. Hombres y mujeres, jóvenes en su
mayoría, pasaron sobre un templete en cada ciudad y levantaron el puño. Ésa fue
la expresión más simbólica de toda la movilización.
Fuerza, disciplina, extraordinario orden, dignidad, entereza, cohesión. No es
poco. Son 19 años en los que infinidad de veces los han dado por muertos, por
divididos y aislados. Una y otra vez salen a decir “aquí estamos”. Hoy, con 40
mil zapatistas en las calles, nuevamente silenciaron de tajo rumores e
infundios.
En San Cristóbal de las Casas, ciudad donde tradicionalmente se hacen las
manifestaciones del EZLN fuera de su territorio, más de 20 mil hombres y mujeres
zapatistas procedentes del caracol de Oventik, donde se concentraron desde un
día antes, desfilaron bajo una lluvia que comenzó desde la madrugada. La marcha
de 28 destacamentos (de acuerdos a la numeración que llevaban los grupos en sus
pasamontañas) inició en las afueras de la ciudad, alrededor de las ocho y media
de la mañana, y para las 12 del día la retaguardia estaba muy lejos del centro
todavía. La plaza fue demasiado chica para recibirlos.
Habitantes y turistas lanzaron gritos de apoyo y cantaron el himno zapatista
en algunos tramos. Los negocios, como de costumbre, bajaron sus cortinas, pues
nuevamente los indios los sorprendieron. El templete se ubicó al frente de la
catedral, mientras que los ordenados bloques de zapatistas se ubicaron alrededor
del primer cuadro de la ciudad.
En Palenque, antigua ciudad ch’ol y uno de los centros turísticos más
importantes del estado, los indígenas zapatistas entraron por la avenida
principal de la población y realizaron el gesto del puño en alto sobre el
templete colocado en el centro de la ciudad, enfrente de la iglesia.
Posteriormente, salieron por la calle Chiapas para regresar a sus
comunidades.
En Las Margaritas, los zapatistas repitieron la dinámica con 7 mil bases de
apoyo, mientras que en Ocosingo -población también tomada por los insurgentes el
1 de enero de 1994, donde tuvo lugar la masacre de civiles por parte del
ejército federal en los primeros días de la guerra-, más de 6 mil bases de apoyo
desarrollaron la acción desde las seis de la mañana; trascendió que cerca de 8
mil zapatistas más se quedaron en el caracol de La Garrucha al no ser suficiente
el transporte para la ciudad. No se habían concentrado tantos zapatistas en esta
localidad desde los cruentos combates del alzamiento indígena.
Los símbolos son muchos, pues eligieron el último día del ciclo maya, el que
para muchos tendría que ser “el fin del mundo” y para otros el inicio de una
nueva era, el cambio de piel, la renovación. Durante estos 19 años el recorrido
de la lucha zapatista ha estado lleno de simbolismos y profecías, y esta ocasión
no tendría que ser la excepción.
Desde el anuncio de que próximamente la comandancia general del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) daría a conocer su palabra, la
expectativa por el contenido de su mensaje ha ido creciendo. Este viernes 21 de diciembre, sin
embargo, lo que se escucharon fueron sus pasos, su caminar silencioso
recorriendo cinco plazas, su andar digno y rebelde por las calles y su puño en
alto.
La última vez que habló el subcomandante Marcos, jefe militar y vocero
zapatista, fue en el intercambio epistolar con el filósofo Luis Villoro, el 7 de
diciembre del 2011. Y la iniciativa política más reciente fue el festival de la
Digna Rabia, al que convocaron a luchas y movimientos de México y del mundo, en
diciembre del 2008.
Este viernes no se presentaron los miembros del Comité Clandestino
Revolucionario Indígena, como lo hizo su plana mayor en mayo del 2011. Fue la
última vez que se les vio a Tacho, Zebedeo, Esther, Hortencia, David y al resto
de la comandancia general, con excepción del subcomandante Marcos, quien se ha
mantenido alejado de la escena pública.
Página web del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (Enlace Zapatista)