07 octubre 2012

Che: ¡Hasta siempre Comandante!.

Luz Marina López Espinosa.
Partido Comunista Colomobiano.

8 de Octubre conmemoración de la caída del Che. Día del guerrillero heroico.

Nombre que ennobleció una letra, la más ruda de la lengua castellana, con la que alguien diría, no podría hacerse un poema. Y es que tiene algo macizo en su fonética que como que no la deja ir bien con lirismos y sutilezas. Sin embargo,…”Si el poeta eres tu… qué puedo yo cantarte comandante” lo advirtió Silvio. Y el hombre era eso y más cuando enseñó lo que nadie antes había hecho expreso, que la revolución era ante todo amor, un acto de amor.
Y poeta y todo, fue tanta la fortaleza de ese hombre –el más perfecto del siglo XX dijo J.P. Sartre- que no hay que recabar sobre el acero que templó esa alma y el diamante que acorazó su cuerpo en algún sentido débil, al punto de aterrorizar al verdugo: “Parece que está rezado, no le entran las balas”. Pero que nadie se llame a engaño porque esa rudeza, la misma de la ch que te nomina, era ante todo y por sobre todo –no tuviste reparo en reclamarlo- expresión acabada de la más noble fragilidad humana: la de sentir la suerte del otro hasta hacerla propia, dando cauce libertario a las células de su cuerpo indignadas por la injusticia que se comete contra ese otro al que no se reconoce tal, porque soy yo mismo. Un acto de amor en realidad.
 
El hombre universal.
 
Por eso el Che se despojó de los alamares de diplomático, de ministro de estado y de gerente del banco de su patria, para emprender el camino de la guerra en la áspera selva boliviana, dura no por culpa de ella que qué la van a ser arboledas y cañadas, sino por el ocupante que hollaba sus veredas y humillaba a sus taciturnos moradores con la boca del cañón codiciosa tras algún gesto levantisco. Condotiero sí lo reconoció, pero de una manera especial, porque su paga era la libertad del hermano, bella paga; y el suelo extraño donde combatía, África, Cuba o Bolivia, no lo era más que su pampa argentina.
 
Tenía bien fundamentado su destino, porque el Che era todo menos un aventurero. Las “aventuras” que emprendió nacieron de su observación y análisis de la realidad, cuya decisión de transformarla requirió de lecturas muchas, poesía, política y sociología amén de su arte primero que fue la medicina, aunque se envaneció de haberla sacrificado por el oficio de soldado. Al mismo tiempo y en sus palabras, pulió la voluntad con delectación de artista. Marxista consumado, es decir filósofo, tuvo espacio para dejarnos textos de economía política y filosofía, así como observaciones sobre la situación del indio boliviano, el obrero peruano, los estudiantes colombianos.
 
El Hombre Nuevo.

Entonces Ernesto, que así se llamaba y así lo nombraban sus papás, cuando tomó la decisión de irse a luchar por ese otro que no lo era porque era él mismo, les escribió una carta: Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con la adarga al brazo. Y es que el hombre, de verdad tenía su pisca de poeta -¡y vaya si lo era!-, cuando de tan metafórica manera les participó su determinación. Igual lo hizo con sus cinco pequeños hijos. A unos y otros, sin alardes ni patetismos, les anunció que debían estar preparados para no volverlo a ver. Pero dialéctico y revolucionario, esto tan trascendente para el común de los mortales, lo anotó apenas como el dato inevitable en una biografía personal, y pasó pronto de largo sobre él. La recomendación principal en esas cartas testamento, era el legado que les dejaba de una vida consecuente con un pensamiento y comprometida con la liberación de los sometidos y el desagravio de los humillados. Era él mismo el Hombre Nuevo que recomendaba construir si se quería redimir el mundo de las miserias a las que lo tenía postrado el hombre viejo, el que gira alrededor de sus apetitos e intereses.
 
El cadáver del Che.
 
Un cadáver así, como el que conocimos porque los torpes estrategas del despotismo militar latinoamericano calcularon que con esa imagen se acababa el mito, un cadáver así, dan ganas de sentarse a conversar con él. Serenamente, largamente, y hasta fumar de su tabaco como lo hacían nuestros antepasados en señal de comunión. Sin llanto en los ojos desde luego porque ¿a santo de qué llorar?.
 
Llanto el del verdugo que no supo matar tu cadáver y luego gastó su vida y la de la siguiente generación, a la manera de los primeros conquistadores que destruían los adoratorios de los amerindios, porfiando en desacralizar ese inmenso santuario que iba siendo ya toda Bolivia, donde ríos, cordilleras, el sonido de la tena, el canto del tucán y hasta el mar que no tiene, eran venerados por multitudes en romería de todo el mundo, como el pueblito por donde pasó el Che, el rancho donde durmió el Che, el sendero que transitó el Che, y así hasta el santuario mayor, Arca de la Alianza, Santo Grial por el que lucharon infructuosamente todos los Indiana Jones del mundo, la humilde alberca de la escuelita en la universal Higuera donde una mirada serena que no deja de mirar, nos pregunta e interpela y reclama respuesta.
 
El Che: guerrero y poeta.
 
Altar aquél donde cayó el Che para levantarse e ir por siempre persiguiendo los verdugos en cualquier rincón del mundo donde posen su planta, inspirando donde quiera haya jóvenes, estudiantes, obreros o cantores, hombres o mujeres ya desde entonces indignados reclamándole al mundo, mucho antes de que se diera lo peor en el triste ocaso del siglo XX y en el mal alborear de este XXI, que otra cosa exigen de él. Fuera en Islandia o en Vietnam, en la muralla de una capital del primer mundo o en la pared derruida de una casa campesina en los Andes sudamericanos y aún en la mismísima entraña del monstruo, una imagen orienta el camino.
 
Pero el Che nos enseñó no la visión idealista de la revolución como gesto ni apenas como actitud, sino como una construcción que partía del estudio, el espíritu crítico y ¡ah! mucho trabajo, asentado en el suelo que nos sostiene y siempre con el otro. Por eso él no es un ícono ni un mito aunque tenga de los dos, y aunque la mercadotecnia del statu quo así nos lo recomiende.
Era tan integral además de íntegra su condición humana, que ya su espíritu poseído por los efluvios de la guerra, fue capaz de componer un poema, declaración de amor, de despedida y de fortaleza a su amada Aleida, cuando la decisión suprema de partir a Bolivia en viaje que sabía sin regreso, llevaba ínsita la de abandonarla:
 
Adiós, mi única,
No tiembles ante el hambre de los lobos
Ni en el frío estepario de la ausencia,
Del lado del corazón te llevo
Y juntos seguiremos hasta que la ruta se esfume.



8 de Octubre conmemoración de la caída del Che. Día del guerrillero heroico! Y, con Fidel, Chávez, Evo, Correa y Marcha Patriótica te decimos: ¡Hasta Siempre Comandante!
 

Por qué no entendemos a Chávez.


"La presidencia de Chávez ha estado jalonada de constantes embestidas mediáticas que han resonado en todo el mundo -y mucho más en España- en torno a auténticos montajes informativos, manipulaciones o irrelevancias."

Pascual Serrano
Periodista. Autor de Desinformación (Editorial Península).

En abril de 2008, algunos meses antes de que estallara la crisis económica en la que ahora estamos instalados, la prensa española informaba con profusión de un informe anual del BBVA presentado ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, en el que advertía sobre los riesgos de la situación económica venezolana. Meses después era esa comisión estadounidense la que demostraba su falta de control de la situación económica de su país, mientras que el gobierno venezolano concedía 236,7 millones de dólares para 1.547 proyectos socioproductivos comunitarios. Han pasado más de cuatro años y la situación económica que ha colapsado ha sido la del país del banco que hacía ese informe y de los medios que tan diligentemente lo difundían.
 
En cuanto a Venezuela, es hoy el segundo país latinoamericano en recibir jóvenes españoles que encuentran allí trabajo y su gobierno entregó el pasado año 146.022 viviendas a los sectores más humildes. Trabajo y vivienda, dos de los principales problemas que las encuestas señalan como prioritarios para los españoles, resulta que se están afrontando mejor en el país que nuestra banca -tan necesitada de rescate- decía que presentaba riesgos en su situación económica.
 
La crisis económica, del mismo modo que ha mostrado la falsedad del discurso de nuestra boyante economía, ha permitido correr el velo de gran parte de las mentiras en torno a Venezuela y el gobierno de Hugo Chávez. Por eso ahora resulta que mientras nos anunciaban exiliados venezolanos que decían que huían a Miami, nuestros jóvenes deben buscar empleo en Venezuela.
 
Y es que revolución bolivariana ha sido el proceso político del que más se ha (des)informado de forma diametralmente opuesta a lo que estaba sucediendo. Si el público español hubiera tomado nota sistemáticamente de forma contraria a lo que le decían los medios de comunicación, hubiera tenido una idea más acertada de la realidad que creyéndoles.
 
Ya casi nadie lo recordará, pero el 31 de mayo la práctica totalidad de la prensa internacional anunciaba que a Hugo Chávez le quedaban dos meses de vida según "una fuente altamente respetada y cercana a Chávez, que conoce su estado y su historial médico". La presidencia de Chávez ha estado jalonada de constantes embestidas mediáticas que han resonado en todo el mundo -y mucho más en España- en torno a auténticos montajes informativos, manipulaciones o irrelevancias.

Durante todo el año previo al referéndum de la reforma constitucional se estuvo diciendo que se postulaba como presidente vitalicio cuando sólo pretendía poder presentarse a la reelección, del mismo modo que lo puede hacer el presidente español. Publicaron que desde su antiamericanismo había prohibido la Coca-Cola cuando las autoridades sanitarias venezolanas lo que no autorizaron fue el edulcorante que se utilizaba en la modalidad Zero, también prohibido en Estados Unidos y Canadá. Nos contaban que prohibía los Simpson, cuando el organismo regulador lo que sencillamente planteó fue el cambio de horario en una televisión privada. La ciudadanía española está convencida de que Chávez ha expropiado de forma autoritaria las empresas pero lo único que sucedía es que su administración se dedicaba a comprar acciones en Bolsa, como cualquier capitalista, en sectores estratégicos de telefonía, eléctricas y banca para tener un Estado fuerte, tal y como había en España antes de las privatizaciones de Felipe González y José María Aznar. El presidente venezolano expuso en la ONU durante veinte minutos una propuesta de reforma para hacerla más democrática y cambiar su sede, y sólo nos enteramos de que empezó su intervención diciendo "huele a azufre". Le vimos en televisión cantar una ranchera pero no cómo informaba en ese mismo acto de la inauguración de cientos de consultorios médicos.
 
El gobierno de Chávez ha demostrado, como pocos fenómenos internacionales, el deterioro y el patetismo al que pueden llegar los medios de comunicación. Y lo que es peor, el abandono que sufren los ciudadanos por parte de empresas informativas y poderes públicos que impiden su derecho a recibir información veraz.
 
Por ello, la mayoría de los españoles se asombran de sus victorias electorales y de la probable de este 7 de octubre. Porque son muchos los intereses económicos que se dan cita en nuestros medios para que no comprendamos lo que sucede ni en Venezuela ni en el mundo.