RAIMUNDO CASTRO
El suyo es un nombre imprescindible en el conocimiento de la historia
de la guerra civil española porque fue un coronel destacado de los
servicios secretos de la URSS, el famoso Departamento Central de
Inteligencia (GRU), que resultó decisivo en la defensa de Madrid, no
sólo como comisario político de Buenaventura Durruti, sino como
preparador de los primeros guerrilleros del Ejército Popular de la
República y, además, algo poco conocido y sin embargo singularmente
relevante, el hombre que inspiró los métodos y los personajes que Ernest
Hemingway recogió en su espléndida novela ¿Por quién doblan las
campanas?
El osetio-alano Jadzi Omar Mámsurov, conocido entonces por su nombre
de guerra, coronel Xanti, fue de los primeros voluntarios soviéticos que
acudieron a luchar a Madrid tras el golpe de Estado del general Franco y
el inicio de la Guerra Civil y era considerado un hombre imprescindible
tanto por el agregado militar de la URSS, el general Wladimir Gorev,
como por el Teniente Coronel Vicente Rojo, a quienes había encomendado
la defensa de la capital el propio general José Miaja. Tanto por su
labor en España, como anteriormente en la guerra ruso-finlandesa y
después en la Segunda Guerra Mundial, acabó siendo un auténtico héroe en
toda la Unión Soviética.
De ahí la importancia singular que tiene el monumento que se inauguró
el lunes, 16 de febrero, en el Parque de la Solidaridad de
Fuenlabrada, gracias al esfuerzo de dos asociaciones para la
recuperación de la memoria histórica, la española Archivo Guerra y
Exilio (AGE) y la Fundación Cultural Azanbék de Osetia del Norte, del
investigador de Izquierda Republicana Jesús Fuentes y, cómo no, del
alcalde socialista de la ciudad madrileña que lo ha promovido, Manuel
Robles Delgado.
De la relevancia del acto –que además se celebra en esta fecha con
motivo del 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial- da buena
muestra el hecho de que el actual presidente de Osetia del Norte-Alania
(una república caucasiana que forma parte de la Federación Rusa), el
descendiente del homenajeado Teimuraz Mamsurov, acuda en persona a la
inauguración junto al embajador ruso y otras organizaciones como el
Centro de Cultura y Ciencia Rusa en Madrid.
Mamsurov ha comentado al diario RIA Novosti: “Para mí es un honor
cumplir con esta misión histórica. En nombre de los residentes de Osetia
me gustaría dar las gracias al pueblo español, que recuerda a los
héroes que lucharon en el lado del Frente Popular contra el régimen
apoyado por la Alemania nazi. En el contexto del resurgimiento del
neofascismo, el monumento al combatiente contra la `peste marrón´ en
Europa manifestará de nuevo la aspiración de todos los pueblos a vivir
en paz. Participaré en este acto no sólo como jefe de la república, sino
también como un representante de la familia. Para los Mamsurov, Omar
siempre ha sido un ejemplo para las nuevas generaciones”.
No en vano, la estatua granítica lleva grabado un texto más que
significativo en una de las dos columnas que la adornan: “ …el mensaje
de la Patria eterna que dice a todos sus hijos: PAZ,PIEDAD Y PERDON.
Manuel Azaña”.
Xanti, a petición de Mijail Kolsov, el corresponsal de Pravda que el
propio Josep Stalin envió a controlar a los mandos soviéticos en España
para que ejerciese como espía personal, se entrevistó con Hemingway para
contarle cómo funcionaban los guerrilleros detrás de las líneas
franquistas. Contra su voluntad, porque consideraba que no debían
revelarse ese tipo de informaciones, accedió a contarle lo que quería
saber basándose en la actuación de los guerrilleros extremeños. Y en
esas charlas, además, según reveló él mismo años después, le dio las
claves de los métodos y los personajes que aparecen en la novela. Aunque
uno de ellos, el protagonista Robert Jordan, es mezcla de uno de los
citados por Mámsurov, un joven pelirrojo norteamericano que conoció
personalmente el escritor y que murió en Bilbao, y del comandante del
Batallón Lincoln Robert Hale Merriman.
Pese a ser de la GRU, Mamsurov se llevó muy bien con Durruti el poco
tiempo que estuvo con él en el frente de Madrid. La que luego fue su
esposa, Paulina Abramsom, de origen argentino, fue su traductora en los
encuentros y conversaciones con el líder anarquista. Su cuñada, Adelina
Kondratieva, fallecida recientemente en Moscú, era la presidenta de la
asociación española AGE. Su secretaria general, Dolores Cabra, que
también ha sido decisiva en la promoción de la estatua, ha recordado a
cuatopoder.es que Adelina fue impulsora del gran homenaje a las Brigadas
Internacionales que se celebró en Madrid en 1996, junto al
inter-brigadista yugoslavo Lazar Udovicki y el dirigente del PCE
Santiago Álvarez. El Gobierno español reconoció su nacionalidad española
e incluso su grado de teniente de la Aviación Republicana, donde
ejerció como traductora de ruso de los mandos soviéticos.
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